Primero es preciso que valores el nivel de riesgo al que te expones al contratar un instrumento de ahorro. Algunos garantizan el retorno del capital, otros no, pero cuanto mayor es el riesgo hay más posibilidades de obtener retornos más altos. Otro punto en el que te debes fijar es la liquidez, las circunstancias y condiciones en las que puedes recuperar tu dinero. Algunos productos permiten que saques el capital en cualquier momento, otros, como los planes de pensiones, lo condicionan a una situación específica: jubilación, enfermedad, fallecimiento o paro de larga duración.
Es el momento. Conoce los principales productos de ahorro según su liquidez y seguridad. Entre los que menos riesgos tienen están los depósitos a plazo. Son idóneos para ahorradores conservadores. Consisten en la entrega de una cantidad determinada de dinero para rescatarla al cabo de un tiempo. A cambio se recibe un interés, que variará dependiendo de la entidad, del plazo establecido y de la cantidad depositada. Ese interés puede cobrarse por tramos o al vencimiento. Para comparar productos lo mejor es fijarse en el TAE (Tasa Anual Equivalente), que es el interés que aporta el deposito al año una vez descontadas comisiones o gastos que pueda aplicar el banco. Como alternativa a las cuentas corrientes, que ofrecen la disponibilidad del dinero pero una rentabilidad extremadamente baja, están las cuentas a la vista remuneradas. Estas permiten la recuperación del dinero en cualquier momento y además ofrecen un interés superior. A cambio la entidad puede pedir la contratación de otros productos.
Los seguros de ahorro son una alternativa segura para clientes conservadores. Estos productos entregan el interés generado por los ahorros al vencimiento y además tienen algunas coberturas como en caso de fallecimiento. A cambio de recibir el interés al finalizar el plazo este puede ser más alto que el de los depósitos.
Existen otro tipo de productos a los que se les puede sacar más partido a cambio de exponerse a un mayor riesgo. Son, por ejemplo, los Fondos de Inversión. Son muy variados y la rentabilidad depende del destino de las inversiones. Esas inversiones se pueden realizar en mercados de valores, Renta Fija pública o privada o divisas, entre otros. Estos productos no son recomendables para todos los perfiles de ahorradores y es aconsejable tener conocimientos de los mercados en los que se invierte. Dentro de este apartado se puede incluir los productos financieros de ahorro a largo plazo. Aquí incluiríamos los Fondos de Pensiones. Estos también pueden realizar inversiones en mercados. El objetivo es rescatar el capital ahorrado y los intereses generados cuando te jubiles o para los casos de paro de larga duración, enfermedad grave o fallecimiento.
Aquél que conoce los principales productos de ahorro está más informado y preparado para tomar decisiones importantes para el futuro. Es importante, una vez conocida la base, estudiar bien los detalles de cada instrumento, pero la premisa es básica: ahorrar es importante para estar más seguros.