Cuando hablamos de planes de pensiones, siempre nos planteamos qué beneficios obtendremos gracias a ellos. Aunque estos planes no pueden asegurar por ley una determinada rentabilidad a su vencimiento; presentan otra serie de ventajas. Estos son 5 beneficios garantizados de los planes de pensiones que debes tener en cuenta a la hora de invertir de cara al momento de tu retiro:
- Los planes de pensiones son un instrumento de ahorro muy flexible: podrás realizar las aportaciones que quieras al año, con las limitaciones legales previstas, y en el momento en el que desees, en función de tus necesidades, tus posibilidades económicas y tu situación fiscal.
- Hay productos específicos para los inversores de perfil más conservador, como los planes de pensiones que invierten únicamente en renta fija. Los más completos realizan sus inversiones en renta tanto pública como privada, a través de activos pertenecientes a países de la Unión Monetaria Europea y de la OCDE. También en valores en euros emitidos por sociedades de elevada solvencia, con predominio de los activos a corto-medio plazo.
- Con los planes se puede encontrar una mayor rentabilidad sin perder la seguridad, con productos que invierten a largo plazo en activos de renta pública y títulos de renta privada de elevada solvencia. Su horizonte es el medio-largo plazo.
- Hay planes que ofrecen una muy alta rentabilidad, mediante la inversión en renta variable. Estos planes están recomendados para inversores jóvenes, que buscan la rentabilidad de su inversión a medio o largo plazo y no les importa que el riesgo sea algo más elevado. Cabe recordar que se recomienda suscribir este tipo de productos a partir de los 40 años, o incluso antes.
- El último de los 5 beneficios garantizados de los planes de pensiones hace referencia a las deducciones fiscales que estos planes presentan para el asegurado. Se pueden deducir en el IRPF las aportaciones que se realicen al plan de pensiones, como sucede con el resto de aportes efectuados en los distintos sistemas de previsión social, con unos límites absolutos y en función del volumen de sus rendimientos (de trabajo y/o actividades económicas). El límite de aportaciones es de 8.000€, mientras que el límite de reducción es el 30% de los rendimientos y el límite para el cónyuge (sin rendimientos que no superen 8.000€) es de 2.500€. Además, en los cinco ejercicios siguientes se podrán deducir las aportaciones y las contribuciones imputadas que no se hayan podido deducir por insuficiencia de la base imponible y que no hayan sido objeto de deducción por aplicación del límite porcentual del 30 por ciento (50 por ciento a partir de 50 años cumplidos) de los rendimientos netos del trabajo y de actividades económicas.
Conocer las ventajas de los planes de pensiones te ayudará a elegir un producto que te permita asegurar tu futuro cuando llegue la edad de jubilación.