A pesar de que el dinero de un plan de pensiones no se puede rescatar hasta que no suceda alguna de las contingencias que se contemplan, como son la jubilación, la incapacidad permanente o el desempleo de larga duración, hay que tener en cuenta que este tipo de productos no tienen que ser para toda la vida.
Es lógico que las necesidades de una persona van variando con el paso de los años desde que suscribe un producto de ahorro de este tipo hasta que puede disfrutar de la inversión. Por ello, es posible cambiar de plan de pensiones para asumir un mayor o menor riesgo, así como para beneficiarse de otras condiciones que puedan resultar más ventajosas. A pesar de existir esta posibilidad, no todos los titulares de un plan están al tanto de esta alternativa, por lo que habitualmente se tiende a mantener el mismo desde que se contrata hasta que se puede obtener el dinero.
¿Cómo se puede cambiar de plan de pensiones?
Cuando alguien decide cambiar de plan de pensiones tiene la posibilidad de hacerlo total o parcialmente. Es decir, es posible depositar todos los ahorros en otro plan o bien solo parte de los mismos para poder diversificar el dinero.
En cuanto al proceso para realizar el traspaso de un plan de pensiones a otro es sumamente sencillo. Como hemos comentado antes, esta gestión no conlleva ningún coste. Además, la propia entidad en el caso de que se contrate otro producto dentro de la misma o la nueva compañía si el cambio se realiza con otra diferente, se encargará de realizar todos los pasos necesarios, solicitando previamente al titular una serie de datos básicos para realizar el cambio y la firma para autorizar la operación. El tiempo que se tarda en hacerse efectivo el movimiento se sitúa en torno a los 15 días aproximadamente.
¿Qué hay que tener en cuenta para cambiar de plan de pensiones?
Además de poder realizar el cambio entre distintos planes de pensiones de la misma modalidad, también es posible realizar el traspaso a otros instrumentos de ahorro, como pueden ser los planes de previsión asegurados. Sin embargo, esta operación no es viable cuando se trata de planes de empleo, ya que en estos casos la decisión depende de la empresa y de la relación contractual con la misma.
Un punto importante que hay que considerar antes de solicitar el traspaso a otro plan es la permanencia que pueda tener el producto de ahorro. Antes de tomar la decisión conviene revisar las condiciones del plan para comprobar cuál es el tiempo que resta hasta que podamos mover el dinero invertido. Lo mismo sucede cuando firmamos las condiciones del nuevo plan, ya que en ocasiones el periodo de permanencia puede ser bastante elevado a cambio de obtener interesantes bonificaciones.
Por ello, es importante analizar detalladamente el tiempo durante el cual no se podrá cambiar de plan de pensiones y valorar si compensa esta inmovilización del capital.