Después de toda una vida estudiando y trabajando, por fin llega el momento de jubilarse; una etapa tan anhelada para poder disfrutar y olvidarse de las preocupaciones. Aunque cabe plantearse: ¿es esto así realmente?
La jubilación supone un cambio en la vida de las personas muy importante que, si no se sabe gestionar bien, puede ocasionar ansiedad y tristeza. Esta etapa presenta una nueva situación, sobre todo en el ámbito económico y en el de realización personal. Para que el primero no suponga un problema, es recomendable ser previsor durante el tiempo que se está trabajando para asegurar el mismo o similar nivel de vida durante la jubilación. En cuanto a la realización personal, será necesario ocupar el tiempo que antes se dedicaba a las obligaciones laborales con actividades que realmente nos apasionen.
¿Cómo disfrutar al máximo de la jubilación?
En la actualidad, las personas que se jubilan aún tienen sus capacidades físicas y mentales en buenas condiciones para aprovechar en la medida de lo posible esta etapa. Si por el contrario y por desgracia, aparecen situaciones de dependencia o invalidez, siempre es importante contar con un seguro de vida para estar prevenidos ante casos así.
Cuando llega el momento de la jubilación, es recomendable tomar conciencia de la nueva situación y tener en cuenta algunas recomendaciones que ayudarán a controlar las emociones y seguir manteniéndose activos:
- El retiro es tiempo de pensar en uno mismo y procurarse más cuidados. Por ello, además de llevar una alimentación equilibrada, también es el momento idóneo para hacer más ejercicio que aporta energía y fortalece el cuerpo.
- Como hemos comentado antes, es fundamental ocupar tanto tiempo libre con actividades motivadoras, mucho mejor si implican relacionarse con otras personas. Hay que huir de la apatía y la melancolía; mantenerse ocupado en eso que siempre se ha querido hacer pero no ha sido posible por falta de tiempo es una buena opción para darle sentido a la nueva situación.
- Es el momento de pasar más tiempo con los seres queridos, ya sea con la pareja, hijos, nietos o amigos. Disfrutar de la compañía que brindan estas personas lleva a sentirse en plenitud.
- Aunque estar jubilado sea sinónimo de tranquilidad y relajación, es aconsejable planificar una rutina y organizar cada día para obligarse a estar activos.
- Hay que mantener la autoestima alta y para ello es fundamental tomar conciencia del envejecimiento de uno mismo, asimilando que las capacidades personales van cambiando y adaptando el estilo de vida a ello, sin que suponga ningún trauma.
- En el caso de que no se sepa cómo gestionar el cambio, existen cursos de preparación o asesoramiento a la jubilación que ayudan a las personas a mentalizarse sobre el nuevo momento que les toca vivir, así como ofrecerles los recursos necesarios para sacar el máximo provecho de la jubilación.
Además de seguir estos consejos, la adaptación a la nueva etapa dependerá de cada persona en particular. Así, influirán diferentes aspectos, como por ejemplo la visión que se tenga de la jubilación, si se ve como unos años de liberación o sin embargo como el declive; si se han desarrollado otras actividades durante los años previos; la importancia que haya tenido el trabajo en la vida del jubilado; el tipo de empleo, si requería un esfuerzo físico o no, etc.