Uno de los aspectos que mejor identifica a un tipo de plan y otro es la seguridad que, en el caso de los PPA, como su propio nombre indica, es superior. Los planes de previsión asegurados están diseñados especialmente para aquellas personas que no quieren asumir ningún riesgo en sus inversiones. Por el contrario, los planes de pensiones se dividen en varias modalidades que ofrecen mayor o menor rentabilidad según se trate de renta fija o variable.
Particularidades de los PPA
Además, otra característica importante de los PPA es su forma jurídica que se conforman a través de una póliza de seguro en lugar de hacerlo en fondos de pensiones como en el caso de los otros tipos de planes que estamos comentando.
Claves de los planes de pensiones
A diferencia de los planes de previsión asegurados, los planes de pensiones ofrecen una gama más amplia de tipologías con diferentes niveles de riesgo. Así, es posible encontrar planes que invierten en fondos de renta fija, variable o mixtos. Los ahorradores pueden elegir el que mejor encaje con su perfil y las preferencias que tengan de cara a la jubilación.
En este tipo de producto no se garantiza al 100 por 100 la recuperación íntegra del capital invertido, aunque a cambio de asumir ciertos riesgos, la rentabilidad a la hora del rescate es mayor.
Similitudes de los PPA y los planes de pensiones
Otra semejanza de ambos planes son las ventajas fiscales que ofrecen para reducir la base general del IRPF en la declaración de la renta. El límite anual de inversión que se establece en los dos para beneficiarse de este punto es 8.000 euros al año o el 30% de los rendimientos netos del trabajo y actividades económicas.
Además, por norma general, el capital invertido en uno u otro se puede traspasar a un producto diferente para obtener una mayor rentabilidad si se desea. Por lo tanto, dado que los PPA y los planes de pensiones son compatibles, los ahorradores tienen la posibilidad de mover su dinero sin ningún coste fiscal en función de cuál sea su previsión en cada momento.