Un plan de pensiones es un producto financiero que permite ahorrar de forma provisional a largo plazo. Su objetivo es generar un capital suficiente del que poder disponer durante la jubilación para complementar la pensión pública. Gracias al funcionamiento de los planes, cualquier persona puede realizar las aportaciones que desee en función de sus ingresos y obtener una rentabilidad por las mismas.
En la actualidad, es posible encontrar diferentes modalidades de planes de pensiones que varían sobre todo según el riesgo. Cada cliente puede contratar el plan que mejor encaje con su perfil de inversión, ya sea conservador, moderado o arriesgado. Así, los planes de renta fija se posicionan como el producto con menos riesgo y como consecuencia, ofrecen una rentabilidad inferior. En el otro extremo se sitúan los planes de pensiones de renta variable que representan un beneficio mayor a cambio de asumir una inversión más intrépida. Además, en un término medio se localizan los planes mixtos que combinan características de los de renta fija y variable.
Una vez que se suscribe un plan de pensiones, los gestores se encargan de invertir las aportaciones que realiza el cliente para obtener la máxima rentabilidad posible. No obstante, tanto el beneficio como el riesgo están fijados previamente en la política de cada plan para que al final el usuario pueda rescatar tanto el dinero que ha ido depositando como la rentabilidad extra que haya podido generar.
Ventajas de los planes de pensiones
- Además de la tranquilidad que aportan los planes de pensiones a la etapa de la jubilación, también es posible cubrir otra serie de contingencias. Esto se traduce en que se puede rescatar el plan antes de tiempo cuando se dan algunos de los siguientes casos: fallecimiento del titular, incapacidad laboral permanente, enfermedad grave, ejecución hipotecaria o paro de larga duración.
- Las aportaciones al plan de pensiones son totalmente flexibles, pudiendo elegir el titular entre realizarlas de forma puntual o periódica. Además, no existe ninguna obligación de contribuir al ahorro, sino que el usuario tiene total libertad para suspender las contribuciones y reanudarlas en el momento que desee.
- Respecto al rescate del plan de pensiones, existe la posibilidad de recuperar el dinero en forma de capital único, a través de rentas periódicas hasta que completar el saldo acumulado o de forma mixta.
- Durante el tiempo que se realicen aportaciones al plan, las ventajas fiscales son uno de los aspectos más interesantes. La desgravación anual máxima que está establecida puede ser 8.000 euros o el 30% de los rendimientos netos del trabajo y actividades económicas, según cual sea la cantidad más baja. Asimismo, si en algún periodo se supera el límite de desgravación, el titular puede beneficiarse de la diferencia en la declaración de la renta de los 5 ejercicios siguientes.
- En el caso de que el cónyuge no disponga de rendimientos netos del trabajo o las actividades económicas sean inferiores a 8.000 euros al año, la otra parte puede aportar a su plan de pensiones hasta un máximo de 2.500 euros anuales. Otra excepción hace referencia a las personas con una minusvalía física o psíquica, cuyo límite anual de aportaciones se sitúa en 24.250 euros, en lugar de 8.000 euros, incluyendo las contribuciones que terceras personas puedan hacer a su favor hasta un máximo de 10.000 euros al año.