La esperanza y la calidad de vida aumentan exponencialmente en la sociedad actual. Los avances científicos y médicos, la mejora de la atención sanitaria, una mejor dieta y llevar hábitos de vida saludable hacen que las personas mueran más tarde y disfruten, además, de una vejez en mejores condiciones. Los salvaescaleras, fundamentales para los mayores son, por ejemplo, uno de esas soluciones cómodas y prácticas que mejoran en mucho la calidad de vida de las personas con movilidad reducida.
Los salvaescaleras, fundamentales para los mayores, pero muy útiles también para otros colectivos como las personas con discapacidad física de tipo motor, son actualmente uno de los recursos de accesibilidad doméstica y pública más demandados.
Dentro, por tanto, del mercado de los productos destinados a facilitar la vida de las personas mayores, la demanda de salvaescaleras crece en los últimos años. Fruto tanto del aumento del número de personas mayores con dificultades de movilidad, como de la preocupación social por adaptar los espacios para que puedan ser disfrutados por todas las personas.
El desarrollo de la conciencia social sobre accesibilidad tanto de los lugares públicos como privados, ha sido motivado e impulsado por una completa legislación desarrollada en las últimas décadas y que vela por la accesibilidad como derecho universal de las personas. Los salvaescaleras son la solución perfecta en muchos casos para cumplir con la legalidad vigente sobre accesibilidad.
Las rampas son la solución más económica y accesible para que todas las personas puedan salvar un desnivel en el terreno, evitando la instalación de escaleras. Sin embargo, son muchas las ocasiones en la que se hace inviable la construcción de una rampa o la sustitución de peldaños por una pendiente segura y cómoda para las personas mayores o con movilidad reducida.
En estos casos, el uso de los salvaescaleras se ha popularizado por ser la solución más ventajosa. Siendo común su instalación en espacios privados, pero de uso público, como restaurantes o teatros; lugares públicos como hospitales o centros de salud y en el ámbito doméstico.
Existen en el mercado una gran variedad de salvaescaleras, pues este recurso, al igual que los planes de pensiones, busca mejorar la seguridad y la independencia del usuario; para ello, debe adaptarse tanto a las necesidades concretas de la persona que vaya a usarlo como al espacio en el que vaya a instalarse.
La necesidad y en muchos casos la obligatoriedad, de contar con un espacio accesible a todas las personas demuestra que los salvaescaleras, fundamentales para los mayores, son un elemento de seguridad útil y necesario, en muchos casos, imprescindible.