Ya sabemos que los planes de pensiones están diseñados especialmente pensando en el ahorro a largo plazo para cubrir determinadas situaciones en las que el nivel de ingresos se ve reducido. Además de la jubilación que es la contingencia principal que amparan estos planes, también se puede rescatar el capital acumulado en otros casos excepcionales, como dependencia, enfermedad grave, fallecimiento, incapacidad permanente o desempleo de larga duración.
Aunque una de las características que tienen en común estos productos financieros es que son un instrumento de ahorro, no todos los tipos de planes de pensiones son iguales. Las principales diferenciaciones entre unos y otros se establecen por el nivel de riesgo, las obligaciones establecidas en el contrato o el tipo de usuario que forma parte del mismo.
En este artículo nos centramos en la clasificación de los planes según las personas que lo constituyen, algo que no se puede confundir con las personas que intervienen en un plan de pensiones. En este último caso, nos referimos a todas las partes que hacen posible que un producto de estas características funcione y donde se incluyen el promotor, los partícipes y los beneficiarios.
Tipos de planes de pensiones según las personas que lo promueven
- Planes de pensiones individuales: esta modalidad de plan de pensiones permite que cualquier persona física que quiera invertir en su futuro pueda realizar la contratación. Por norma general, este tipo de plan es promovido por entidades financieras o compañías aseguradoras.
- Planes de pensiones de empleo: a diferencia del anterior, el partícipe de estos planes de pensiones es un empleado de una empresa, que es la promotora del mismo. En este caso puede ocurrir que la propia compañía realice las aportaciones en nombre del trabajador o que sea éste mismo quien se encargue de ello a título personal.
- Planes de pensiones asociados: cuando el promotor es un sindicato o una asociación y el titular del plan de pensiones es un miembro o socio estamos hablando del tipo asociado.
Otros tipos de planes de pensiones
Además de la distinción realizada anteriormente, los planes de pensiones también se pueden dividir según las obligaciones a las que se compromete el titular. Así, es posible encontrar planes de aportación definida, de prestación estipulada, o mixtos. En el primer caso, cuando se contrata el plan, queda predeterminada la cantidad que se destinará a las aportaciones, ya sea a nivel particular o por parte de una empresa u otro organismo. Cuando se trata de un plan de pensiones con prestación definida, queda marcada la cuantía que recibirán los beneficiarios a modo de prestación.
También existen otros tipos de planes de pensiones según el nivel de riesgo que esté dispuesto a asumir el titular. De este modo, encontramos planes de renta fija a corto plazo, de renta fija a largo plazo, de renta fija mixta, de renta variable mixta, renta variable, o garantizados.
Conociendo los diferentes planes de pensiones que podemos encontrar en el mercado, se pueden tomar decisiones más acertadas sobre el destino de nuestros ahorros. Gracias a la amplia variedad de estos productos financieros es posible elegir uno que se ajuste perfectamente a las necesidades presentes y futuras de cualquier persona, con el objetivo de asegurar el momento de la jubilación o cuando se produzca cualquier otra contingencia, sin renunciar a disfrutar de un nivel de vida óptimo en la actualidad.