Un plan de previsión asegurado es un producto financiero cuyo principal objetivo es conformar un capital a través del ahorro para complementar la pensión pública cuando llegue el momento de la jubilación. Además del claro beneficio que supone al realizarse el rescate, durante todos los años en los que se efectúen aportaciones es posible acceder a una desgravación en la declaración de la renta. Dado que se reduce la base imponible en el IRPF, el resultado puede salir a devolver según las circunstancias de cada persona.
De hecho, la fiscalidad de los PPA es una de las principales motivaciones que tienen los usuarios hoy en día para contratar este tipo de productos. No obstante, para aprovecharse de esta bonificación es preciso atender a lo que establece la Ley del IRPF: tanto en los planes de previsión asegurados como en los planes de pensiones, el límite de aportaciones, con carácter general, está fijado en 8.000 euros anuales. Partiendo de esta premisa, la reducción en la base imponible del IRPF por las aportaciones realizadas en concepto de ahorro es la menor de las dos cantidades siguientes:
- 8.000 euros, que se corresponden con la cantidad máxima que se puede contribuir.
- El 30% de los rendimientos netos de trabajo y/o actividades económicas percibidos de forma individual en el ejercicio correspondiente.
Cuestiones importantes en la fiscalidad de los PPA
- A la hora de incluir esta deducción en la declaración de la renta es importante tener en cuenta que los límites establecidos por ley hacen referencia al conjunto de aportaciones que se realicen en todos los productos financieros que alguien pueda tener contratados. Entre ellos se mencionan los PPA, los planes de pensiones, las mutualidades de previsión social, los planes de previsión social empresarial y los seguros de dependencia.
- Por otro lado, en el supuesto de que el cónyuge tenga unos rendimientos netos del trabajo o de actividades económicas inferiores a 8.000 euros y el contribuyente también realice aportaciones a su plan de previsión asegurado, es posible añadir una deducción extra de 2.500 euros como máximo.
- Asimismo, existen otras situaciones especiales. Es el caso de las personas con discapacidad igual o superior al 65% que tienen la posibilidad de aportar hasta el límite de 24.250 euros. O los contribuyentes que sean familiar de un discapacitado y que pueden hacer aportaciones a su favor (10.000 euros como máximo de forma complementaria a las propias contribuciones).
- Antes hemos comentado cuáles son las cantidades máximas que se puede desgravar de la base imponible del IRPF, aunque es interesante saber que si algún año se realizan aportaciones que exceden de los límites marcados, la parte sobrante se puede incluir en la declaración de la renta de los 5 ejercicios siguientes.
- Si un ahorrador está pensando en traspasar su plan de previsión asegurado a otro producto o al mismo de diferente compañía, puede hacerlo tantas veces como desee sin estar sujeto a ninguna penalización fiscal.
- A la hora de rescatar un PPA, existen diferentes vías: obtener el capital de una sola vez, en forma de renta o de un modo mixta. Independientemente de la opción que se elija, se debe considerar que todas tributan como rendimientos del trabajo planeen el IRPF. Conviene valorar esta información con detenimiento cuando el rescate se produce por alguna contingencia que no es la jubilación, como por ejemplo desempleo de larga duración o incapacidad laboral.