Lo primero que debes hacer es analizar en qué situación se encuentra tu empresa, hacer un estudio de cuáles son tus puntos fuertes y tus puntos débiles y en cuáles deberías mejorar antes de emprender un proyecto de exportación. Una vez que has valorado si te encuentras en condiciones de lanzar tus productos al mercado internacional, debes evaluar si estos van a tener un hueco en los países a los que pretendes llegar. Conoce a tu competencia, cuál es su trayectoria y su éxito en estos mercados y cómo puedes diferenciarte de ellas.
Un apartado, que debe tener una presencia importante en tu plan de exportación, es establecer cómo se va a llevar a cabo la logística para las exportaciones y cuáles son las leyes arancelarias que se aplican en tu caso. En cómo elaborar un plan de exportación es esencial que desarrolles cómo vas a hacer llegar tus productos a los distintos países, es decir, cómo va a ser el proceso de elaboración, empaquetado y distribución, teniendo en cuenta los tiempos, los costes, así como la publicidad que quieras llevar a cabo en estas zonas.
Asimismo, debes tener en cuenta el coste inicial y posterior relacionado con la exportación de los productos, y estar seguros de que los ingresos que vas a conseguir con esta nueva actividad van a poder cubrirlos, además de obtener beneficios.
En un plan de exportación, al igual que ocurre en el plan de empresas, es aconsejable que establezcas pequeñas metas para ir cumpliéndolas poco a poco y en orden. De esta manera, no caerás en la desmotivación.
Por último, si ya se ha realizado un plan anterior debes valorar cuáles fueron los resultados y, si estos no fueron positivos, analizar qué fue lo que falló, comenzando por revisar cómo elaborar un plan de exportación completo, eficaz y seguro para proteger el patrimonio de tu empresa.