Lo que impresiona de esta tecnología es su transversalidad. Multitud de empresas de distintos ámbitos ya comienzan a usarla: desde el sector de la salud hasta el de la alimentación pasando por el de la automoción. Algunos diseñadores ya han creado en casa cámaras de fotos, vestidos a medida o juguetes para niños. La ventaja es la personalización, es decir, la creación de productos al gusto específico de cada consumidor.
Pero el fenómeno acaba de nacer y el futuro de la industria de impresión 3D todavía tiene mucho que ofrecer. Por ejemplo, en el campo de la ortopedia, será posible generar piezas que se adapten a la perfección al paciente. Incluso será posible generar implantes y órganos que se pondrán a disposición del cirujano en una operación. La creación de esos órganos mediante células madre disminuye las posibilides de generar rechazo en los pacientes. El reto está en la creación de materiales biocompatibles y sobre los que ya se está investigando.
La impresión 3D también servirá para fabricar estructuras habitables. Esas estructuras pueden ser usadas incluso en el espacio. Las agencias espaciales europea y norteamericana ya están trabajando en proyectos de este tipo.
El futuro además pasa por que las firmas no te envíen su producto final fabricado desde un punto remoto del planeta sino que te hagan llegar el diseño para su fabricación mediante impresión 3D. Esta rapidez también puede llegar al ámbito empresarial. Por ejemplo, tu taller podrá imprimir una pieza para los coches que repara sin necesidad de pedírsela al proveedor.
Pero ¿qué avances hay en las propias impresoras 3D? Llama la atención en este ámbito el Proyecto Reprap dedicado a crear máquinas autorreplicables. Eso significa que podremos ver impresoras capaces de reproducirse. Estas máquinas serán capaces de crear las piezas para construir otra máquina con las mismas prestaciones.
Como toda tecnología revolucionaria, el futuro de la impresión 3D trae para la industria serias amenazas y jugosas oportunidades. Supondrá un cambio total a nuestra forma de entender el consumo y la logística. Son cosas que te deben preocupar y sobre las que debes trabajar. Por eso las amenazas presentes no te deben quitar el sueño. La Póliza Combinada Industrial de MAPFRE ofrece cobertura por daños directos por cualquier causa (accidental o por avería interna) de los equipos electrónicos de tu empresa. Es la forma de estar preocupado por las inversiones y la innovación del futuro sin perder lo que ya has construido hasta hoy.