El primer paso para crear una empresa es definir correctamente el negocio que quieres llevar a cabo, es decir, el producto o el servicio que vas a ofrecer a los compradores potenciales y sus ventajas, con el mayor detalle posible; seguido de la definición del cliente al que quieres llegar, el área geográfica o el nivel adquisitivo de los usuarios a los que te vas a dirigir. Para saber si realmente tu producto va a ser aceptado en un futuro por el público objetivo que has definido, puedes realizar un estudio de mercado en el que podrás identificar las necesidades reales, preveer si se va a vender o para planificar su producción, entre otros muchos aspectos.
Uno de los puntos imprescindibles de tu plan de negocio es que investigues a la competencia que pueda tener tu producto. Es importante que estudies cuantas empresas comercializan tu producto y cuáles son sus puntos fuertes y sus puntos débiles para ver qué valor añadido puedes aportar para diferenciarte en el mercado.
Debes tener muy en cuenta qué inversión necesitas realizar para comenzar con el proyecto y plantearte si necesitas un inversor externo. Si necesitas apoyo económico, puedes incluir en tu plan de negocio una descripción de las personas que van a formar parte de tu equipo, con sus cualidades y habilidades, para que los posibles inversores den su aprobación al proyecto.
En este sentido, es imprescindible definir las metas financieras teniendo en cuenta los costes de producción, estableciendo el precio adecuado del producto(a través del estudio de la competencia), y estudiando si realmente los clientes a los que nos dirigimos se lo pueden permitir.
Es recomendable, dentro de los puntos imprescindibles de tu plan de negocio, establecer objetivos sencillos y realistas que se puedan cumplir seguro para no caer en la desmotivación.