No es una fórmula apta para todo tipo de empleos ya que en muchos es necesaria la presencia del trabajador en la compañía, sin embargo, es recomendable para labores que permitan a los superiores controlar el ritmo de trabajo o en los que se establezcan fechas para la entrega de proyectos.
Una de las ventajas de este sistema es que está comprobado que aumenta la productividad de la empresa, ya que los trabajadores se sienten en la obligación de cumplir con su jornada laboral y con sus objetivos cuando están fuera de las instalaciones, por lo que suelen aprovechar mejor el tiempo. Además, disminuye el absentismo profesional ya que, al otorgarle al empleado un horario flexible, pueden organizar sus tareas y, además, cumplir con las horas establecidas.
Igualmente, al no tener que acoger a tantos trabajadores como en el caso de no implantar el teletrabajo como forma de ahorrar en tu negocio, el empresario puede ahorrar en otros aspectos como pagar un alquiler más bajo por el alquiler de una oficina con dimensiones más reducidas y pagar menos por sus gastos fijos, como en el total de la factura del agua, la electricidad o el gas.
Por otro lado, el teletrabajo como forma de ahorrar en tu negocio también supone un gran beneficio para el trabajador. Éste puede dedicar el tiempo de ir y venir al trabajo en otras tareas y ahorrar el dinero que invertiría en el medio de transporte. Asimismo, aparte del aspecto económico, uno de los beneficios que más interesa a los empleados que tengan familia a su cargo es que, al no tener que asistir a la oficina, pueden atender mejor a sus seres queridos.