Los seguros para caballos son una garantía más que recomendable para aquellos propietarios que no quieran sufrir una pérdida económica importante en caso de que su animal sufra cualquier tipo de enfermedad, robo o pérdida, así como en situaciones en las que cause daños materiales o personales a terceras personas, entre otros siniestros posibles.
Sea cual sea la actividad del caballo, existen diferentes tipos de pólizas en el mercado destinadas a su protección teniendo en cuenta tanto las necesidades del dueño como las del animal, por lo que, si se conoce los seguros para caballos, será más fácil adquirir las garantías más adecuadas en cada caso.
¿Es obligatorio el seguro para caballos?
No es obligatorio contratar un seguro para caballos, sin embargo, igual que ocurre con la posesión de otro tipo de animales, el dueño está obligado a responder ante los perjuicios que provoque a terceras personas. De esta manera, si el propietario no dispone de una cobertura de responsabilidad civil adecuada y provoca algún daño de este tipo, puede suponer un gran desembolso económico para él.
En concreto, el Código Civil, en su artículo 1905 indica textualmente: “El poseedor de un animal, o el que se sirve de él, es responsable de los perjuicios que causare, aunque se le escape o extravíe. Sólo cesará esta responsabilidad en el caso de que el daño proviniera de fuerza mayor o de culpa del que lo hubiese sufrido”.
Pasos a seguir para contratar un seguro para caballos
Los propietarios de caballos, antes de elegir el seguro que mejor se adapte a sus necesidades, deben tener en cuenta una serie de aspectos para poder beneficiarse de las mejores condiciones. En primer lugar, es importante especificar las características de su caballo, su valor en el mercado actual y cuál será su actividad en el futuro, en el caso de que aún no esté definida.
Además, si conoce los seguros para caballos podrá saber a qué garantías, ventajas y beneficios tiene derecho y los límites y restricciones establecidos en las condiciones generales y particulares de su contrato.
Por otro lado, los seguros para caballos pueden incluir una serie de franquicias, o una cantidad mínima obligatoria, que el propietario del animal deberá abonar según lo pactado con la compañía, por robo, peste equina o en aquellos casos de daños a terceros, entre otros.
El valor del animal en los seguros para caballos
La indemnización que reciben los propietarios que cuentan con un seguro para caballos dependerá de valor del caballo y del correspondiente pago de la prima. Ésta puede quedar establecida en el momento de la firma de la póliza o depender del valor del animal en el mercado en momento en el que se produzca un siniestro.
Coberturas de los seguros para caballos
Unos de los aspectos más importantes a la hora de contratar un seguro para caballos es conocer cuáles son sus coberturas. Por regla general, las pólizas destinadas a la protección de estos animales suelen incluir las siguientes:
- Muerte del animal por enfermedad o accidente: Incluye una indemnización en caso de fallecimiento del animal en estos supuestos así como, en algunas pólizas, los gastos de retirada de restos.
- Asistencia veterinaria: Puede cubrir, además, hospitalización del animal, cirugía, fracturas graves o infecciones, entre otras.
- Robo, hurto o pérdida: Garantiza una indemnización al propietario del caballo cuya cuantía ascenderá a un porcentaje establecido previamente sobre la suma asegurada.
- Responsabilidad civil: En este caso la compañía se haría cargo de la cantidad exigida al propietario por daños, tanto materiales como personales, que cause el animal a terceras personas.
- Peste equina: En caso de que el animal fallezca por esta enfermedad, el asegurado recibirá el porcentaje establecido en las condiciones de su contrato.
- Aborto y parto distócico en el caso de las yeguas: Por regla general, es una cobertura opcional que se incluye en los seguros para caballos.
- Sacrificio: Protege al asegurado frente a los costes ocasionados por el sacrificio del animal por enfermedad o accidente, o incluso por motivos económicos, cuando el caballo no puede, según un veterinario, realizar ninguna actividad.
Requisitos para la contratación de un seguro para caballos
Se puede asegurar todo tipo de caballos, aunque será imprescindible que sean identificables a través de un microchip y, por regla general, pasar una inspección previa por parte de un veterinario para comprobar el estado del animal.
Por otro lado, la edad mínima y máxima del animal sí es un factor determinante y restrictivo:
- Potros: de 6 meses a 4 años.
- Potras: de 6 meses a 3 años.
- Caballos de paseo: 4 años a 20 años.
- Yeguas de paseo: 3 años a 20 años.
- Caballos de salto: 4 años a 16 años.
- Yeguas de salto: 3 a 16 años.
- Caballos de carreras: 4 años a 9 años.
- Yeguas de carreras: 3 años a 9 años.
- Caballos de doma: 3 años a 18 años.
- Yeguas de doma: 3 años a 18 años.
- Caballos de polo: 4 años a 12 años.
- Yeguas de polo: 3 años a 12 años.
- Yeguas de reproducción: 3 a 15 años.
- Sementales: de 4 a 18 años.
- Ponys, burros y mulas: de 6 meses a 20 años.
Por último, el propietario deberá tener en cuenta, estudiando las normas de contratación que, a partir de cierta edad del animal, normalmente 14 años, el valor del animal se deprecia en un porcentaje establecido en las condiciones del seguro para caballos.