Muchos problemas mecánicos de pequeña envergadura se pueden evitar si se sigue un mantenimiento de la bicicleta adecuado. Este vehículo que sirve tanto para hacer deporte como para realizar desplazamientos urbanos no sólo se debe coger para utilizarse, sino que los cuidados se deben tener presentes para alargar su vida útil lo máximo posible.
Sobre todo, cuando se hace un uso continuado de la bici es necesario seguir algunos pasos básicos para comprobar que todas las partes se encuentran en perfecto estado y realizar los ajustes que sean necesarios, tanto antes como después de los trayectos, así como cuando se han recorrido un determinado número de kilómetros. Para prevenir una avería durante una ruta en bici debemos prestar atención a algunos puntos clave.
En cualquier caso, la frecuencia y el tipo de mantenimiento de la bicicleta varían según el uso que se le dé a la misma, así como el tipo de terreno por el que se suele pasar y las condiciones climatológicas bajo las que se circula habitualmente.
Puntos clave en el mantenimiento de bicicletas
- Lo más habitual es que la bicicleta se ensucie con el uso normal, por lo que mantener todas las partes limpias es una de las principales recomendaciones. No hay que olvidar que la suciedad acelera el proceso de desgaste, sobre todo del sistema de transmisión, donde se incluye la cadena como el elemento que sale peor parado. Así, es necesario limpiarla siempre después de realizar un trayecto, sin olvidar aplicar lubricante después.
- Además de la cadena, es importante mantener bien lubricadas el resto de partes móviles de la bici. En caso de no contar con los conocimientos básicos para realizar esta tarea, lo más aconsejable es acudir a un taller especializado al menos dos veces al año para que se encarguen de la puesta a punto.
- Una tuerca o tornillo mal ajustado puede ser la causa de un accidente durante los desplazamientos. Por ello, cada cierto tiempo hay que revisar que estén perfectamente sujetos, ya que con las vibraciones de los trayectos se van aflojando. Asimismo, es recomendable evitar que estos componentes, así como sus uniones, se oxiden.
- Uno de los puntos imprescindibles del mantenimiento de una bicicleta es revisar el nivel de presión de los neumáticos, tanto antes como después del uso. Del mismo modo, conviene comprobar que la rueda no contiene ningún objeto que pueda dañarla.
- El sistema de frenado es uno de los más importantes de todo el conjunto de la bici, por lo que su revisión y mantenimiento es obligatorio. En este sentido hay que comprobar que la tensión de los cables de freno es la adecuada, junto con las palancas y las zapatas.
- El cuadro y la horquilla de la bici también necesitan un cierto mantenimiento. Esta tarea se basa, sobre todo, en verificar que no existe ningún golpe o rotura que impidan su correcto funcionamiento.
- Para evitar que aparezcan problemas durante la utilización de la bicicleta se recomienda revisar periódicamente los cambios. Si este conjunto no funciona de forma adecuada, la velocidad y el esfuerzo durante el recorrido se verán comprometidos.
- En muchas ocasiones, es necesario seguir el manual del fabricante para realizar un mantenimiento óptimo, fundamentalmente para cambiar algunas piezas cuando corresponda.
- A la hora de guardar la bicicleta conviene elegir un lugar seco y taparla con una funda adecuada para que la humedad no origine la aparición de óxido.