Los coches de alquiler como el resto de vehículos están obligados a tener, como mínimo, un seguro a terceros –incluida responsabilidad civil- para poder circular. La clave para saber si tienes que pagar cuando tienes un siniestro conduciendo un coche de alquiler, la encontrarás en la póliza de seguro con la que esté asegurado ese coche con el que circulas y has tenido un golpe.
Situación 1: el coche alquilado tiene un seguro básico a terceros.
En el caso de que hayas alquilado un vehículo cubierto solo por una póliza básica a terceros y tengas un siniestro, lo que determinará que tengas que hacerte cargo de los gastos será la responsabilidad en el siniestro.
Con un seguro de coche a terceros, los daños que quedan cubiertos son los que se causan a terceros. Por lo tanto, si la responsabilidad –causante- del siniestro recae sobre el conductor es este el que tiene que asumir el pago de las facturas necesarias para solventar los daños materiales y personales derivados del accidente.
En el caso de un siniestro en el que no haya terceros coches ni peatones involucrados, pero en el que el vehículo afectado este asegurado a terceros, es el conductor como actor responsable el que tiene que hacer frente a los gastos por cuenta propia. Si se trata de un coche alquilado, aunque el dueño del vehículo –titular- es la empresa que te lo alquila, el responsable eres tú y, salvo que en el contrato de arrendamiento se especifique lo contrario, lo más habitual es que tú tengas que pagar a la empresa la reparación de su coche y los posibles daños causados, por ejemplo, en el mobiliario urbano, si se da el caso.
Situación 2: el coche de alquiler está asegurado a todo riesgo con franquicia.
Si el coche que has alquilado tiene un seguro a todo riesgo con franquicia, las probabilidades de que tengas que pagar algo en caso de que tengas un siniestro con este vehículo se reducen respecto al contar solo con un seguro a terceros.
Una póliza a todo riesgo con franquicia sí incluye tanto los daños que se hagan a terceros como los propios por lo que, en principio, el conductor que circula con un coche alquilado pero asegurado a todo riesgo no tendría que pagar aunque el fuera el culpable del siniestro y con independencia de que hubiera o no otros coches involucrados.
Ahora bien, es importante tener en cuenta que si el coche que has alquilado tiene una póliza a todo riesgo, pero con franquicia es posible que tengas que pagar una cantidad según el tipo de siniestro al que te enfrentes, es decir, que tendrías que asumir una cantidad igual a la franquicia fijada. Si el arreglo del coche se fija en un coste de 900 euros y la franquicia de la póliza era de 300, tú tienes que abonar esa cantidad y el resto, en este caso 600 euros, los asumiría la aseguradora.
Situación 3: el coche alquilado disfruta de una póliza a todo riesgo sin franquicia.
El mejor escenario posible en caso de siniestro con un coche de alquiler es que cuentes con el respaldo de una póliza a todo riesgo sin franquicia, ya que en este caso es improbable que tengas que asumir ningún gasto a pesar de sufrir algún tipo de siniestro durante el tiempo que circules con el coche alquilado.
El coste de alquilar un coche protegido con una póliza a todo riesgo sin franquicia suele ser superior respecto a los otros tipos de seguro. Sin embargo, el riesgo que asumes como conductor es básicamente nulo, ya que cuentas con la protección de un seguro completo.
Tanto si eres el culpable del siniestro, como si se trata de un daño, por ejemplo, en un aparcamiento, o incluso el robo o intento de hurto en el vehículo de alquiler, una póliza a todo riesgo se encargaría de financiar los gastos derivados de este tipo de circunstancias y tú no tendrías que pagar nada, siempre con las salvedades o excepciones que pueda contemplar tanto el contrato de alquiler como la propia póliza del coche alquilado.
Estos son los tres escenarios más habituales que pueden darse cuando se alquila un vehículo en lo que se refiere a su protección mediante pólizas de seguros y la responsabilidad de pago del titular del alquiler en caso de siniestro. No obstante, es posible encontrar combinaciones de diferentes de situaciones, dada la gran oferta actual de alquiler de coches que hay en el mercado.
Revisar las cláusulas del seguro antes de alquilar el coche
Lo más recomendable para no encontrarse con sorpresas desagradables en forma de facturas o gastos imprevistos, cuando se alquila un coche, es informarse de todos los detalles y de las coberturas que quedan recogidas en la tarifa que vas a pagar, así como las excepciones o condiciones concretas.
Ten en cuenta que las empresas de alquiler buscan proteger al máximo sus coches, por lo que asumen el menor riesgo posible, y recuerda que las coberturas incluidas en cada tipo de seguro de coche funcionan igual si el coche es de alquiler o es en propiedad.
Revisa siempre las cláusulas específicas que sobre robo, rotura de lunas o siniestros concretos pueda incluir el contrato de alquiler que firmes al rentar un coche o cualquier otro tipo de vehículo. Es mejor no dar nada por supuesto y consultar todas las dudas, antes que lamentarse en el momento del siniestro y tener que asumir gastos inesperados.