Cuando se trata de un coche nuevo, recién sacado del concesionario, lo más lógico es pensar que lo que más interesa es un seguro a todo riesgo para protegerlo.
La contratación de este tipo de póliza es una garantía para recibir la máxima indemnización en caso de producirse el siniestro total del vehículo. Además, también se contemplan otra serie de coberturas por las que merece la pena pagar un precio más alto cuando el coche aún no ha empezado a depreciarse.
Por norma general, los vehículos pierden aproximadamente un 20% de su valor cada año. Esto explica que al llegar a una determinada antigüedad conviene plantearse cuándo se debe cambiar a un seguro a terceros que siga siendo completo, pero con un precio más asequible.
¿Con qué antigüedad compensa un seguro a terceros?
Son diferentes los organismos especializados en automoción y seguros, e incluso la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que afirman que cuando un coche tiene 6 o más años, interesa tener suscrito un seguro a terceros.
Como hemos comentado antes, la indemnización máxima que puede recibir el propietario en caso de siniestro se reduce de forma significativa a partir de cierta antigüedad. En las pólizas más completas, la compensación económica está asociada al valor venal del coche, el cual disminuye en función de los años transcurridos desde la primera matriculación.
Dado que cuanto más antiguo sea el vehículo, menos indemnización se recibe por parte de la compañía en caso de accidente, a partir del sexto año es importante valorar la posibilidad de contratar el seguro de coche a terceros, ampliado o completo.
De este modo, es posible seguir disfrutando de las principales coberturas pagando una prima inferior: seguro del conductor, rotura de parabrisas y luna, incendio o robo del vehículo, etc.
A pesar de estas indicaciones, puede suceder que los conductores decidan alargar en el tiempo la suscripción de su póliza a todo riesgo más allá de los 5 o 6 años de antigüedad. En estos casos, no es recomendable realizar el desembolso que supone este tipo de seguros cuando el vehículo tiene más de 10 años, ya que el valor del mismo será mínimo.
En el momento en el que se decide dar el paso a un seguro a terceros, es fundamental realizar una comparación exhaustiva de coberturas entre diferentes pólizas, así como revisar detenidamente los servicios que están incluidos y las exclusiones. El hecho de pagar una prima más baja, no significa que haya que conformarse con un vehículo más desprotegido.
No hay que olvidar que también existe el seguro a terceros básico, pero como su propio nombre indica, entre sus coberturas se encuentran las indispensables, como la responsabilidad civil obligatoria y la asistencia en viaje, entre otras.
Este tipo de póliza puede servir para los vehículos muy viejos o que no se utilicen a menudo, salvo en contadas ocasiones. Fuera de estos casos, cuando el coche suponga una herramienta diaria, es recomendable optar por otros seguros más amplios con un mayor nivel de protección.