Antes de emprender un viaje, es necesario analizar algunos aspectos que pueden influir de una forma más intensa en nuestro antiguo coche, como la temperatura bajo la que tendrá que circular, las horas del trayecto, el peso del equipaje, etc.
Si el coche se utiliza habitualmente en el uso diario, es muy probable que no presente demasiados problemas, pero la cosa cambia cuando se trata de realizar un viaje largo. Así, es recomendable realizar una revisión del coche a fondo y estar atentos a otros signos que nos pueden estar diciendo que el vehículo ya no es capaz de recorrer cientos de kilómetros.
– Si el coche tiene más de 8 años o 150.000 kilómetros y aún no han fallado algunas partes, hay que estar muy atento porque podrían hacerlo en cualquier momento.
– Cuando el coche ha perdido estabilidad puede suponer un problema de seguridad en carretera, ya que ante cualquier situación de peligro será más difícil controlar el vehículo, aún más si va cargado de maletas y personas.
– Los indicadores de advertencia en el cuadro de instrumentos señalan diferentes problemas, como fallos en la batería, nivel de aceite insuficiente, defectos en el ABS, pastillas de freno desgastadas, baja presión de los neumáticos, etc.
– Si notamos que el coche se ladea más de un lado que de otro, probablemente el problema se encuentre en el desgaste de los neumáticos. Además de que las ruedas no se encuentren en buen estado, éste también puede ser un signo de que la dirección no esté bien alineada o que los neumáticos estén mal equilibrados.
– En el caso de que el volante vibre durante la conducción o si el coche se desvía hacia los lados al frenar, el motivo puede ser una avería en los amortiguadores.
– Cuando el coche hace un ruido diferente al habitual, probablemente se deba a un fallo en las correas o los frenos.
– Si vemos que el vehículo deja rastros de algún líquido, es necesario acudir al taller para comprobar por qué se está produciendo esa fuga. Cuando la mancha es de agua, suele deberse a la condensación del aire acondicionado u otra causa menos grave.
– Al igual que en el caso anterior, también hay que preocuparse si el humo que sale por el tubo de escape es de un color diferente al habitual.
En cualquier caso, lo más aconsejable es detectar los problemas antes de que aparezcan realizando una revisión del coche cada cierto tiempo para evitar que aparezcan fallos más críticos. Es bastante frecuente que los coches con muchos años a sus espaldas presenten problemas debido a la falta de mantenimiento, más que por los kilómetros recorridos o la edad.
Para poder realizar cualquier trayecto que planifiquemos, así como para no tener que hacer un gran desembolso en el taller cuando ya es demasiado tarde, conviene someter a nuestro coche a las comprobaciones precisas de forma periódica. En esta revisión del coche se recomienda hacer especial hincapié en los frenos, niveles de los diferentes líquidos y sobre todo neumáticos, ya que esta parte supone el único punto de contacto del vehículo con el suelo y de su estado dependerá gran parte de la seguridad al volante. Asimismo, hay que contar también con un seguro de coche que ofrezca una completa asistencia en carretera para estar protegidos en caso de que se averíe el vehículo durante el trayecto.