En la actualidad, más del 52% de los españoles tiene contratado un seguro de decesos; uno de los productos con mejor acogida en España y uno de los seguros de mayor antigüedad en la historia de las aseguradoras de nuestro país. Los gastos elevados que se desprenden de todos los trámites legales del fallecimiento, el coche fúnebre y todos los gastos de la organización de un funeral, entre las principales causas para contratar un seguro de decesos. Y es que, por ejemplo, los servicios funerarios en la Comunidad de Madrid pueden llegar a suponer un desembolso de más de 3 mil euro de gastos por defunción. Por su parte, el precio del velatorio, aunque varía de unas Comunidades a otras, la media no baja de 620 euros, mientras que el coche fúnebre tiene un coste medio de 532 euros.
De esta manera, al contratar un seguro de decesos, la familia en caso de fallecimiento no tiene que preocuparse por ningún trámite ni gasto que derive de un fallecimiento, ya que se verán cubiertos con los gastos derivados del transporte en coche fúnebre, trámites legales del fallecimiento, organización del funeral… Y es que el análisis continuo y el conocimiento de las necesidades de las personas en situaciones complicadas hacen que el sector funerario pueda detectar nuevas necesidades y servicios con motivo de los cambios que se van produciendo en las costumbres sociales.
El seguro de decesos como se entiende actualmente en España no es comercializado en ningún país del entorno europeo, donde se imponen las fórmulas de aseguramiento más propias de lo que aquí entenderíamos con un seguro de vida, mediante los cuales la entidad aseguradora satisface al beneficiario un capital para que éste sufrague los gastos de entierro. Es decir, en Europa los seguros de decesos son indemnizatorios, mientras que en España está conceptuado como un seguro de prestación de servicios donde la entidad aseguradora lo que hace es encargarse de organizar todo lo relacionado con el servicio funerario sin que la familia tenga que realizar gestión alguna.
Debido a la estrecha relación existen entre ambos sectores, decesos y funerario, éste último puede convertirse en el “I+D+i” de las entidades aseguradoras, en cuanto al diseño de nuevas coberturas y garantías de las pólizas relacionadas directamente con el servicio funerario.