Cuando alguien cercano muere, sobre todo si es a una edad temprana y de forma repentina, suele originar un estado de shock en familiares y amigos. Honrar la memoria de los seres queridos que ya no están entre nosotros resulta ciertamente reconfortante para quienes tienen que seguir con su vida cotidiana. Para ello, siempre se suele buscar algún recuerdo u objeto simbólico que nos traiga los mejores momentos vividos con la persona fallecida y que nos ayude a mitigar el dolor y la tristeza.
Con el objetivo de llevar siempre a esas personas en el corazón, en la actualidad es posible diseñar algunas joyas e incluso realizar ciertas acciones, con las que podamos recordar siempre todo lo que significaron para nosotros.
Algo que nos recuerde a los seres queridos
- A través de webs especializadas, se puede comprar una estrella de forma simbólica y ponerle el nombre que queramos. Con este gesto tan cariñoso podremos rememorar siempre a esa persona que ya no está con sólo mirar al cielo. Además, contemplar las estrellas es un ejercicio que relaja y nos ayuda a evadirnos de la realidad.
- Gracias a los avances en diferentes técnicas, hoy en día es posible fabricar un diamante con las cenizas de alguien que haya fallecido. Cada joya producida de esta forma es única, ya que los familiares pueden elegir el diseño de la misma una vez que se ha obtenido el diamante en bruto.
- Otras joyas que nos ayuden a recordar a nuestros seres queridos también pueden estar fabricadas con cabello del fallecido e incluso con su huella digital. Entre las opciones más tradicionales se encuentran las alhajas que llevan un grabado personalizado, como puede ser el nombre del difunto. En cualquier caso, casi siempre existe la posibilidad de elegir la forma que más nos recuerde a esa persona, ya sea un corazón, una cruz, una estrella, etc.
- Las biografías de la vida del fallecido son una alternativa para poder rememorar en cualquier momento los instantes más especiales vividos con el ser querido, así como para plasmar sus vivencias más significativas. En este tipo de biografías se pueden reflejar fotografías de la vida de la persona, acompañadas de una breve historia de sus andanzas por el mundo terrenal.
- Un árbol puede ser una de las más preciadas joyas y por ello, una alternativa para no olvidar jamás a los seres queridos es plantar uno en su honor.
- Los tatuajes suelen ser el reflejo de experiencias y vivencias de la persona que los lleva, por lo que nada mejor que grabar a tinta el recuerdo de alguien especial que significó tanto para nosotros.
- Teniendo en cuenta que las redes sociales ya se han convertido en algo habitual en la vida de cualquier persona, cuando alguien fallece, Facebook ofrece la posibilidad de convertir su cuenta en conmemorativa. Un perfil social de este tipo se transforma en un espacio donde amigos y familiares pueden compartir recuerdos del ser querido difunto.
Estos son algunos ejemplos con los que se puede homenajear a las personas que fallecen. No obstante, aunque no podamos controlar cómo nos recordará la gente que nos rodea el día que ya no estemos, existe la opción de contar con un seguro de decesos a través del cual es posible elegir el servicio funerario. Aunque no queramos pensar en ese momento, es ley de vida y mucho mejor si lo tenemos todo previsto antes de que suceda.