Las situaciones de duelo a lo largo de la vida se repiten de forma dolorosa, perder a un hijo es, sin comparación, una de las muertes más dramáticas y difíciles de superar con éxito y sin secuelas. Aunque la vivencia de una muerte es siempre algo sumamente personal y privado, existen una serie de claves para superar la muerte de un hijo que pueden ser un buen apoyo.
Los psicólogos y psiquiatras que aseguran que la forma de afrontar un duelo como es la muerte de un hijo, al margen las circunstancias y detalles personales, no difieren tanto de unas personas a otras; lo que facilita descubrir algunas claves para superar la muerte de un hijo que pueden aplicarse de manera general.
- Tiempo de aceptación
Ante las peores situaciones de duelo, como es la pérdida de un hijo no hay plazos correctos y en general, la experiencia apunta a que la recuperación será lenta aunque constante. Se hace imprescindible no agobiarse ni recibir presiones ni agobios por parte del entorno.
- Trabajar las fases del duelo.
Los psicólogos aseguran que en uno u otro grado todas las personas que tienen que superar el fallecimiento de un hijo experimentarán las cinco fases del duelo: negación, negociación, depresión, ira y aceptación. Es clave, por tanto, asumir las fases y concentrarse en ir pasando de unas a otras con la mayor seguridad y el menor sufrimiento posible.
- Recuperar la vida propia construida desde la pérdida.
No será de manera inmediata, pero los padres deben tener como meta recuperar sus vidas, sus rutinas y cotidianidad, más si aún tienen otros hijos menores u otras personas a su cargo que les necesitan. Con el tiempo, los padres deben vivir con el recuerdo de su hijo fallecido, pero tienen que seguir adelante.
- Pedir y aceptar ayuda psicológica.
No puede generalizarse para todos los casos, pero la ayuda psicológica será clave para los padres que deban afrontar y asumir la pérdida de un hijo. En estos casos, la cobertura de apoyo psicológica incluida en los seguros de decesos se manifiesta como imprescindible y de las más valoradas entre los familiares de los fallecidos, como es el caso de los padres.
Encontrar las claves para superar la muerte de un hijo es una experiencia íntima y personal, pero sin duda el apoyo profesional será una forma segura y quizás algo menos dolorosa de pasar por semejante trance.