Antes de explicar qué hacer cuando fallece uno de los dos titulares de una cuenta bancaria es importante aclarar que la creencia de que el dinero pasa a manos de la entidad es totalmente falsa. El cotitular debe realizar una serie de pasos para tener acceso a todos los movimientos y en el caso de que el difunto fuera el único titular, los herederos son quienes tienen que hacer las gestiones pertinentes para reclamar el capital.
No obstante, es preciso mencionar que si uno de los cotitulares fallece, la otra parte únicamente puede disponer del 50% de la cantidad que haya en la cuenta, ya que el resto corresponde a los herederos legalmente reconocidos o si no fuera así, a los familiares directos de primer grado.
¿Cómo se comunica cuando fallece uno de los titulares de una cuenta bancaria?
Lo primero que hay que hacer cuando fallece uno de los dos titulares de una cuenta bancaria es comunicar a la entidad financiera lo sucedido. Para ello, es preciso presentar el certificado de defunción y si se trata de los herederos legalmente reconocidos, también se debe entregar el certificado del registro de actos de última voluntad donde se acredite que el difunto estableció su testamento ante notario, así como una copia autorizada del testamento y algún documento donde se refleje la condición de heredero. En el caso de que el fallecido no dispusiera de testamento, la otra parte deberá presentar el auto de declaración judicial de herederos abintestato.
Una vez realizada la notificación al banco, éste se encarga de inmovilizar el dinero correspondiente a la persona finada hasta que se produzca la apertura del testamento si no hubiera sucedido hasta ese momento. En este contexto, el cotitular no puede realizar ninguna acción sobre el importe total de la cuenta bancaria.
Además, la entidad tiene la obligación de informar al otro titular superviviente o a los herederos que lo reclame cualquier dato sobre la situación económica del fallecido. En el supuesto de que no se facilite esta información, los interesados pueden acudir a la Agencia Tributaria para obtener la respuesta a cualquier cuestión relacionada con los rendimientos financieros de la persona fallecida en los últimos ejercicios.
Por otro lado, también es preceptivo pagar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones para recibir el resto del capital de la cuenta bancaria, excepto cuando por algún motivo se esté exento de este abono.
Es preciso considerar que las entidades bancarias son bastante estrictas con este procedimiento para no provocar posibles perjuicios a otras partes, aunque de forma puntual es posible disponer del dinero del fallecido antes de que se produzca la adjudicación de la herencia para sufragar determinados gastos. En este sentido, siempre es necesario que la solicitud esté acompañada por una autorización de todos los herederos donde se refleje su consentimiento.
Si no se sabe qué hacer cuando fallece uno de los dos titulares de una cuenta bancaria y por lo tanto la entidad no recibe ninguna comunicación, puede ocurrir que ante el desconocimiento del hecho se declare la cuenta en abandono y se continúen descontando los recibos, facturas y comisiones que estén asociados a la misma. Por ello, para evitar este tipo de contratiempos al círculo más cercano es recomendable contar con un seguro de decesos que entre sus coberturas incluye la asistencia a personas para acceder a diferentes servicios como consulta jurídica familiar o tramitación de documentos, entre otros. Si lo necesitas, ahora puedes cambiar online el número de cuenta de tu seguro a través del Área de Clientes.