Las coberturas de los seguros de decesos son unas de las que más tradición tienen en nuestro país. Tanto es así que millones de españoles tienen suscrita una póliza de este tipo para dar respuesta a una situación que irremediablemente ocurre en la vida tarde o temprano y que hace referencia al pago de los gastos que rodean el fallecimiento de una persona.
La gestión de documentos, el traslado al cementerio, el ataúd, el servicio de incineración, las coronas de flores, la sala del tanatorio, el entierro en un nicho… Todos estos servicios representan un importante desembolso, hasta superar en muchos casos los 6.000 euros en función de la localidad donde se produzca la defunción. Por ello, muchas personas optan por pagar por adelantado estos gastos durante una serie de años a través de los seguros de decesos.
A esto se suma la evolución que han experimentado estas pólizas con el paso del tiempo. En un principio, las compañías aseguradoras únicamente ofrecían el servicio de sepelio y los traslados, hasta que fueron incorporando de forma progresiva otras coberturas de las que tanto el asegurado como su familia pueden beneficiarse en vida.
Ventajas de un seguro de decesos con todas las coberturas
Esta modalidad de seguros ofrece toda la tranquilidad que los familiares y amigos necesitan ante una situación tan difícil como es la muerte de un ser querido. En el momento del fallecimiento, tan solo hay que contactar con la compañía para recibir la asistencia precisa en cualquier aspecto, confiando plenamente en que todos los trámites y gestiones relacionados se realizan con plenas garantías.
En algunas ocasiones, las asociaciones de consumidores han puesto de manifiesto ciertos abusos que se han cometido por parte de algunas funerarias, debido sobre todo a la opacidad en la información y en el desglose de los presupuestos.
Dado que el papeleo que conlleva el fallecimiento de una persona es bastante complejo y resulta ciertamente molesto encargarse del mismo por las emociones que sienten las personas más cercanas, resulta esencial dejar que una aseguradora de confianza se encargue de todo. Como hemos comentado, simplemente con una llamada de teléfono, la compañía activa su protocolo de actuación para llevar a cabo todas las gestiones y coordinar los servicios necesarios, asumiendo el coste de todo el proceso y actuando siempre de forma lícita.
Además, aunque los seguros de decesos siempre respetan los deseos del asegurado, para evitar posibles fraudes, las aseguradoras suelen tener una estrecha relación con un número limitado de funerarias con las que trabajan asiduamente. De esta forma se garantiza que la persona fallecida tiene el sepelio que le corresponde y se evita incrementar la preocupación y desasosiego de la familia.
Para hacer este momento más llevadero, conviene incluir ciertas coberturas en los seguros de decesos que se consideran sumamente efectivas. Entre ellas destacan la asistencia a personas para contar con ayuda psicológica o coordinación de prestaciones si fuera necesario. También es interesante que la póliza cubra la asistencia en viaje, tanto para el asegurado como para el desplazamiento de algún familiar y/o acompañante.