A pesar de que estos complementos son una de las formas más ecológicas y eficaces de calentar una estancia, también suponen ciertos peligros derivados del fuego que es necesario encender para conseguir calor. Por ello, es fundamental saber cómo cuidar una chimenea para que su disfrute en una vivienda sea totalmente seguro.
Consejos para cuidar una chimenea de forma correcta
- En el caso de que no se haya realizado una limpieza a fondo de la chimenea desde la temporada anterior, conviene hacerlo antes de volverla a encender de nuevo. Es recomendable prestar una especial atención al conducto por el que sale el humo, ya que en esta zona se suelen acumular los residuos que, además de adherirse a las paredes, también son altamente inflamables.
- Es importante que la limpieza de la chimenea se realice al menos una vez al año, aunque también hay que tener en cuenta el uso que se le da, así como la calidad de la madera utilizada, para reducir o aumentar este plazo.
- Existen unos productos químicos especiales que permiten retirar cualquier resto de suciedad acumulada en el conducto de la chimenea de una forma rápida y sencilla.
- En el caso de que el cuidado de la chimenea suponga una tarea bastante dificultosa, se puede recurrir a contratar los servicios de un profesional. De esta forma, nos aseguramos que la chimenea ha sido limpiada adecuadamente, y que está lista para empezar a funcionar sin ningún riesgo.
- También es aconsejable examinar si algún pájaro ha quedado atrapado en el caño, ya que, en ese caso, la obstrucción impediría la salida del humo.
- No sólo es necesario saber cómo cuidar una chimenea, sino que en este proceso también es preciso observar si las paredes del conducto, además de estar impolutas, han sufrido algún deterioro. En este caso, será necesario realizar una reforma para que otras partes de la vivienda anexas a la chimenea no se vean afectadas, como por ejemplo, la red eléctrica, cañerías, etc.
- Antes de encender la chimenea hay que cerciorarse de que todo está deshollinado para que tanto la quema como la salida del humo se realicen de forma segura.
- Es muy importante que una vez que se ha terminado de utilizar la chimenea, ésta quede totalmente apagada.
- Durante la época en la que se utiliza, conviene retirar las cenizas que se acumulan entre un uso y otro.
- No olvides que es preferible hacer un fuego de tamaño mediano que se vaya manteniendo durante el tiempo que necesitemos, antes que uno demasiado grande que pueda provocar más problemas.
- Si la chimenea cuenta con un cristal protector, éste se debe limpiar siempre en frío y para ello se puede utilizar cualquier producto específico que mantenga su resistencia.
- Es conveniente no arrojar al fuego papeles o cualquier otro resto, así como gasolina o alcohol, para no correr riesgos innecesarios.
Además de seguir estas nociones básicas sobre cómo cuidar una chimenea, también es aconsejable contactar con el seguro de hogar para que nos informen sobre cuáles son las coberturas que nos amparan en caso de producirse algún incidente.