Se puede ser precavido de muy diferentes maneras y en distintas facetas de la vida, pero en general, los beneficios que reporta esta actitud nos librarán en muchos casos de tener que hacer frente a circunstancias ciertamente desagradables. No sólo se puede actuar con prevención en el entorno laboral o en las relaciones con otras personas para poner a salvo determinadas cosas que nos preocupan, entre ellas el reconocimiento profesional o la confianza.
Si somos precavidos en aquellas acciones que realizamos en casa y en la calle casi a diario, y que en muchas ocasiones hacemos casi de manera inconsciente, podremos obtener ciertas ventajas que repercutirán en nuestra tranquilidad:
- Evitaremos que aparezcan problemas en el hogar, desde un atasco en una tubería hasta una avería en la caldera, pasando por la rotura de una puerta e incluso el origen de un incendio.
- Siendo precavido y tomando las medidas de seguridad necesarias puedes impedir que los ladrones entren en casa y roben todo lo que encuentren a su paso.
- Los beneficios de ser precavido a la hora de navegar por Internet nos ahorrará más de un disgusto, como por ejemplo que suplanten nuestra identidad o que realicen una copia de nuestra tarjeta de crédito.
- Cuando caminamos por la calle, la precaución debe acompañar nuestros pasos con el objetivo de evitar que nos roben o que podamos sufrir un atropello.
- A la hora de adquirir un producto o contratar un servicio también es necesario ser precavido. De esta forma conseguiremos tener lo que necesitamos con las garantías que estábamos buscando.
¿Cómo ser precavido?
• Presta una especial atención a las tareas de mantenimiento que requiere tu hogar. No sólo basta con mantenerlo limpio, sino que existen determinadas áreas que necesitan una revisión cada cierto tiempo, como por ejemplo los electrodomésticos, los sanitarios, las puertas y ventanas, etc.
• Si tienes pensado estar fuera de casa durante unos días, no olvides dejar bien cerrado cualquier acceso a la vivienda, cortar el paso del agua, desenchufar los aparatos que no sean necesarios que sigan funcionando y guardar los objetos de valor en un sitio seguro.
• Cuando vayas a realizar una compra online, no olvides comprobar que la página cuenta con los protocolos de compra segura. Del mismo modo, conviene no dar información personal o financiera por correo electrónico, así como evitar la publicación de toda nuestra vida por redes sociales. Nunca sabemos a ciencia cierta quién puede estar al otro lado y con qué fines podría utilizar nuestra información.
• Aunque muchas veces andemos por la calle inmersos en nuestros teléfonos móviles, conviene dejar a un lado esta práctica, ya que no sólo incrementa las posibilidades de que nos roben el dispositivo, sino que además nos abstrae de otro tipo de peligros que existen en la vía.
• Para tomar las mejores decisiones como consumidor, es importante comparar previamente e informarse sobre todo lo relacionado con el producto o servicio que vayamos a adquirir. No sólo hay que fijarse en el precio, sino que otros aspectos, como la atención al cliente o la garantía post-compra, pueden marcar la diferencia.
Para que las generaciones futuras también sean precavidas, es recomendable inculcar a los más pequeños ciertos comportamientos que les ayudarán a adelantarse a las situaciones y evitar posibles problemas. En cualquier caso, un seguro de hogar siempre es una opción idónea para solventar las situaciones que ocurren en casa y algunas otras que pasan en el exterior.