Hay 4 consejos infalibles para que la búsqueda, solicitud y contratación de una hipoteca sea un trámite sencillo y exitoso.
1. Pide una hipoteca que puedas pagar
Es cierto que no todas las personas tienen las mismas circunstancias para conseguir una hipoteca o mejores condiciones en un préstamo de estas características. No te engañes: si no tienes un empleo fijo, capacidad de ahorro e ingresos, otros bienes con los que avalar personalmente el préstamo o personas dispuestas a figurar en tu hipoteca como avalistas, tus posibilidades se reducen, pero no es imposible y el resto de variables también influyen.
Los condicionantes de cada persona –situación personal y económica- que solicita un préstamo para comprarse una vivienda habitual son diferentes e influyen directamente en las condiciones de las hipotecas que los bancos le van a ofrecer. Como tus condiciones personales no son discutibles ni seguramente puedas cambiarlas a corto plazo, cuenta con ellas para empezar a pedir ofertas de hipotecas y actúa sobre el resto de variables que sí puedes cambiar.
El primer consejo para que te concedan un préstamo hipotecario es solicitar uno acorde con tu situación personal y económica, en pocas palabras, que puedas pagar. Además, a largo plazo una hipoteca ajustada a tus necesidades será más difícil que sea un problema. Si tienes dudas sobre lo que puedes pagar, plantea tu situación al banco y el asesor financiero te confirmará cuál es la cuantía que puedes solicitar para vivir desahogado.
Como norma general, los expertos en hipotecas recomiendan no pedir una hipoteca de más del 80 por ciento del precio de la vivienda que vas a comprar y mantener siempre una reserva de dinero para imprevistos que ronde el 10 por ciento del valor de la casa hipotecada.
2. Elige una vivienda atractiva también para el banco.
La casa que quieres comprarte se aproximará mucho a lo que necesitas y es posible que hasta sea la casa de tus sueños, pero ten en cuenta que al banco que te concede la hipoteca también le importa qué tipo de casa vas a comprar.
Para empezar si se trata de una segunda vivienda o una residencia de verano, las negociaciones serán mucho más duras que si vas adquirir tu vivienda habitual. El riesgo para el banco al prestarte dinero para pagar una segunda residencia es mucho más alto, mientras que toda las personas se sienten más responsables y obligadas cuando se trata de pagar la casa en la que viven.
El tipo de vivienda y el lugar donde esté ubicada cuenta también a la hora de conceder una hipoteca. La tasación de una casa –su valor- depende de sus características interiores: estado, metros y condiciones, pero también influye el lugar donde esté ubicada geográficamente. Hay ciudades y dentro de cada ciudad, barrios o núcleos urbanos que son más interesantes para los compradores y por lo tanto, menos arriesgados por los bancos.
No se trata de que elijas la casa que le interesa a una entidad bancaria, pero si tienes dudas sobre la zona o entre dos o tres propuestas, sí puedes pedir consejo a los profesionales de alguna de las entidades bancarias donde has pensado solicitar la hipoteca. Por otra parte, muchos de los principales bancos cuentan con sus propias ofertas inmobiliarias, no las descartes, si alguna de esas viviendas encaja con lo que estás buscando, la concesión de la hipoteca será más sencilla y seguro que disfrutarás de buenas condiciones.
3. Infórmate, compara y se pesado cuando tengas dudas
Firmar una hipoteca es un acto importante en la vida de toda persona y aunque no es necesario agobiarse, hay que reconocer que es mejor que te prepares y no improvises. Si estás muy perdido en los conceptos hipotecarios: comisión de apertura, periodo de amortización, tipos de interés, infórmate antes de empezar a buscar hipoteca.
Cuando vayas a solicitar una hipoteca es necesario que sepas de qué te están hablando. Por supuesto, en el propio banco te pueden informar y debes consultar cualquier duda que te surja con respecto a la oferta concreta de hipoteca que te están ofertando, pero si partes de unos conocimientos básicos, todo será mucho más sencillo, provechoso y rápido.
La opinión de tus amigos y familiares y su propia experiencia puede ser muy valiosa en la fase de información y asesoramiento, pero sé cauteloso con lo que otros puedan decirte, contrasta las informaciones que te den con profesionales y nunca olvides que no hay dos hipotecas iguales, como no hay dos hipotecados idénticos.
Comparar hipotecas es habitual y recomendable, pero ten en cuenta que debes ser realista en este punto, de nada de sirve descubrir cuál es la mejor oferta hipotecaria del mercado, si es imposible que ese banco te conceda en tu caso ese tipo de préstamo hipotecario. Por otra parte es importante, hacer una primera selección de ofertas –en caso de tener muchas posibilidades- y cuando tengas las finalistas, estudiarlas al detalle para decantarte por la que se ajusta más a tus necesidades y posibilidades.
Buscar hipoteca y lograr una que no solo el banco te conceda, sino que además, puedas afrontar con tranquilidad y con calidad de vida a largo plazo, no es una misión imposible, pero debes ser precavido, contemplar todas las posibilidades y apostar por la protección y la seguridad total, cuando por fin firmes tu hipoteca.
4. Tu hipoteca y tu seguro de hogar
Aunque en un principio el seguro que vayas a contratar con tú hipoteca y el seguro para tu hogar te parezcan los puntos menos importantes estos también lo son ya que te permitirán disfrutar de tu vivienda. Seguros de hogar como los de MAPFRE te permitirán disfrutar de tu vivienda con la garantía de tener las mejoras coberturas a tu disposición.