A la hora de vender o comprar una casa, la diferencia entre metros construidos y útiles es una cuestión de suma importancia que se debe tener presente. En el cálculo de la superficie se suelen cometer bastantes errores, como por ejemplo valorar la vivienda en función del espacio útil, medir el terreno a ojo o incluir el trastero y el garaje en la suma. Para evitar problemas, lo más recomendable es guiarse por los datos que figuran en el catastro o en las escrituras.
Medir correctamente un inmueble no solo sirve para fijar un precio de venta adecuado, sino que también es una información relevante a la hora de contratar un seguro de hogar. Antes de firmar una póliza de este tipo, es preciso facilitar a la compañía las características de la vivienda para poder valorar el riesgo y establecer las condiciones económicas. Entre estos datos se encuentran los metros cuadrados construidos, que se deben ajustar a la realidad.
¿Qué se entiende por metros construidos?
La superficie construida de una casa hace referencia a los metros cuadrados totales de la misma. En ella se incluyen todas las partes donde se ha llevado a cabo un proceso de construcción, incluyendo la estructura del edificio (paredes, desagües, conductos de ventilación, instalaciones eléctricas, etc.) y las zonas comunes si las hubiera (pasillos, escaleras, piscina, jardines, etc.). En caso de compartir paredes con un vecino, el cálculo se realiza desde la mitad de las mismas.
Tal como se puede desprender de esta definición, los metros construidos se alejan en cierto modo de los que realmente se utilizan a diario en la vivienda. No obstante, la superficie construida es la que se toma como base para valorar un inmueble, teniendo en cuenta que cada piso tiene un coeficiente de participación en las zonas comunes.
En este supuesto es importante diferenciar entre la superficie construida con estos elementos que se comparten y la superficie construida donde únicamente se incluyen los metros cuadrados que se encuentran dentro del perímetro de la vivienda. También es necesario aclarar que la superficie de los sótanos o altillos que no superen una altura de 1,5 metros no se considera como metros cuadrados construidos.
¿Qué es la superficie útil?
Los metros útiles son los que están dentro de la casa, es decir, los que realmente se pueden usar y pisar. En este cálculo se excluye el espacio de los tabiques, las paredes, etc., que, aunque forma parte de la vivienda, en realidad no se utiliza en el día a día.
Calcular la superficie útil es de gran importancia para saber el espacio del que se dispone para vivir. Sin embargo, para calcular estos metros cuadrados con fiabilidad, casi siempre es necesario solicitar la ayuda de un profesional que se encargue de medir bien la casa.
Las terrazas y los patios siempre suelen ser motivo de controversia a la hora de calcular el espacio útil. Lo más recomendable es indicar los metros cuadrados que corresponden a la casa y, por otro lado, los de la terraza o patio. En cualquier caso, si estos espacios están cerrados por 3 de sus 4 paredes, se pueden registrar al 100% como metros útiles. En caso contrario, se deben computar solo al 50%.