Si queremos invertirlo y, al mismo tiempo, ganar en seguridad, las luces LED para Navidad son la mejor opción, ya que ofrecen las mismas prestaciones que las convencionales, pero su consumo energético es muy inferior. Pero si estos motivos no son suficientes, te contamos por qué invertir en luces LED.
Ventajas de usar luces LED en Navidad
- Respetan el medio ambiente: el calentamiento global y el descenso de recursos naturales son suficientes motivos para apostar por energías respetuosas con el entorno. Las luces LED se componen de unos elementos semiconductores denominados diodos que emiten luz cuando la electricidad circula por ellos. Al no necesitar gas o filamentos para funcionar, esta tecnología resulta ser la más ecológica en cuanto a iluminación.
- Más resistentes: otra de las ventajas de no tener filamentos es que aguantan mejor las temperaturas más extremas y la humedad, por lo que son adecuadas para interiores, pero también para exteriores si queremos iluminar un balcón o el árbol del jardín.
- No desprenden calor: la luz LED no transforma la luz en calor, por lo que es perfecta para usarla como decoración en árboles de navidad. La tecnología convencional utiliza demasiada electricidad para generar luz: mientras que el cinco por ciento se convierte en luz, el 95 por ciento restante se desprende en forma de calor. Sin embargo, con las LED sucede al contrario: solo desperdicia el cinco por ciento en calor.
- No contienen elementos tóxicos: la mayoría de las luces convencionales tienen componentes tóxicos, como el tungsteno o el mercurio y sus conocidos efectos para la salud. Sin embargo, las luces LED están fabricadas con materiales reciclables. Como punto negativo: algunas de ellas pueden dañar la córnea del ojo si se miran directamente o si no se usan difusores.
- Mayor vida útil: las luces LED duran hasta veinte veces más que las incandescentes, lo que nos permitirá hacer uso de los adornos luminosos durante varias navidades, pudiendo alcanzar una vida útil de hasta 50.000 horas, frente a las 1.000 de las incandescentes. Todo esto se traduce en menos emisión de carbono (ya que no hay que reponerlas continuamente).
- Mayor variedad: en cuanto a luces LED, el mercado es amplísimo, y podemos encontrar todo tipo de variedades, formatos y colores, un aspecto que nos ayudará a potenciar y personalizar aún más la decoración navideña.
Consejos para ahorrar y ganar en seguridad
- Desenchufar las luces cuando no se estén usando o no se esté en esa habitación. Muchas veces dejamos la iluminación del árbol durante todo el día, estemos o no junto a él, por no tener que agacharnos para desconectarla. Para estos casos, una buena solución es usar una regleta con interruptor. Sólo habrá que pisar con el pie y las luces se desconectarán sin esfuerzo.
- Usar enchufes de buena calidad para evitar que se produzcan sobrecalentamientos y cortocircuitos. Y por supuesto: no realizar empalmes caseros. Si el cable se ha roto, lo mejor es tirarlo en un punto limpio y comprar uno nuevo.
- Usar programadores de luz, gracias a los cuales podemos prefijar el tiempo de encendido y apagado, ayudándonos así a controlar el gasto.
- Disponer de un seguro de hogar con amplias coberturas, no sólo supone un ahorro a largo plazo, sino que además es un apoyo ante cualquier contratiempo que podamos sufrir dentro de nuestra vivienda.