Las llaves. Esos pequeños objetos que se pierden u olvidan con tanta facilidad, casi inversamente proporcional a la importancia que tienen. Es curioso cómo funciona la ley de Murphy: cuanto más las necesites, más probable es que se te olviden dentro de casa.
Ya hemos visto que es frecuente que ocurra esto con las llaves del coche, pero las de casa no se quedan atrás en la frecuencia de extravíos. Es cuestión de estadística: los objetos que más usamos son los que tienen más probabilidad de perderse. Y con las llaves, que cogemos a diario, basta dejarlas en un lugar inusual para olvidarlas.
A todos nos ha pasado. Una de las mejores soluciones es crear un hábito de dejar las llaves siempre en el mismo lugar cuando entremos y salgamos de casa, así perderlas será más complicado. Pero si nos ocurre y se han quedado las llaves dentro de casa, puestas en la cerradura, o se nos han perdido fuera, es posible que tengamos que solicitar los servicios de un cerrajero 24 horas para poder volver a entrar a nuestro hogar.
Las tarifas que cobran son caras y suelen rondar los 100-200 euros según la hora en la que pidamos su ayuda. Sin embargo, las buenas noticias son que en varios supuestos sus servicios están cubiertos por las aseguradoras.
Los seguros cubren los servicios de cerrajería siempre que no se trate del deterioro o el mal funcionamiento de la cerradura. Esto significa que si nos dejamos las llaves por dentro; si perdemos las llaves de casa; si nos las roban o nos fuerzan la cerradura (incluso si la sellan con silicona), podemos pedir a nuestro seguro que nos reembolse el importe.
Sin embargo, si se han dado causas externas como que la cerradura haya dejado de funcionar por deterioro; que queramos cambiar la cerradura para aumentar la seguridad o la estética; o que la llave vaya demasiado dura y no gire, supondrán que sean costes que debamos asumir nosotros.
Antes de llamar a un cerrajero, lo adecuado es consultar con tu aseguradora para saber cómo proceder. Si cuentas con un Seguro de Hogar MAPFRE, estás de enhorabuena, porque disponen de sus propios cerrajeros que irán cuanto antes a tu casa y lo solucionarán sin que tengas que desembolsar ni un euro.
Así que el motivo fundamental para requerir un cerrajero suele determinarse por la urgencia que tengamos. Los propios equipos de las aseguradoras son una buena opción si no hay prisa y podemos esperar, especialmente porque el coste ya está cubierto. Pero si hay niños encerrados dentro o la comida en el fuego, con riesgo de incendio, es mejor que nuestros especialistas lleguen cuanto antes y podamos resumir nuestra vida con normalidad.
Siempre es molesto tener que esperar a un cerrajero, nos sentimos torpes por haber olvidado algo tan básico como las llaves. Pero no desesperemos, despistes los tiene cualquiera y no serás la última persona que se queda encerrado fuera de casa.