Dado que las obras en una casa alquilada suelen ser un motivo de controversia entre caseros e inquilinos, es fundamental conocer lo que establece la ley sobre ello. Se debe tener en cuenta que, cuando una vivienda está arrendada, no se puede realizar cualquier trabajo en el interior.
En el capítulo IV de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) se regulan todos los aspectos relativos a las reformas en una casa alquilada. Según esta norma se establecen diferentes tipos de obras: conservación de la vivienda, obras de mejora y obras del arrendatario.
Asimismo, debe existir una comunicación previa entre ambas partas e incluso pactar alguna compensación en ciertos casos.
Reformas en una casa alquilada según la LAU
Obras de conservación de la casa alquilada
Cuando no sea posible realizar este tipo de reformas fuera del tiempo en que la vivienda está arrendada, el arrendatario tiene que soportar las molestias que se deriven de las mismas. Sin embargo, cuando los trabajos duren más de 20 días, tiene derecho a solicitar una disminución de la renta en proporción a la parte del inmueble que no pueda utilizar.
Este mismo artículo de la LAU también especifica que “las pequeñas reparaciones que exija el desgaste por el uso ordinario de la vivienda serán de cargo del arrendatario”.
Obras de mejora en la casa alquilada
Cuando el propietario de la vivienda decide acometer una reforma de esta envergadura, debe comunicarlo al inquilino con tres meses de antelación como mínimo. En el plazo de un mes desde la notificación, el arrendatario puede desistir del contrato.
En caso contrario, tiene derecho a una rebaja en la renta como compensación de las molestias causadas por las obras, así como a la indemnización de los gastos que pueda tener como consecuencia de ello.
Obras del arrendatario en una casa alquilada
En caso de que el arrendatario no respete esta norma, el dueño está facultado para poner fin al contrato de alquiler, así como exigir que la casa se reponga a su estado original.
Dentro del apartado de las reformas por parte del inquilino, es importante destacar lo que establece la LAU sobre los arrendatarios con discapacidad. En este supuesto, los ocupantes pueden realizar las obras necesarias para utilizar la vivienda de forma adecuada conforme a su minusvalía, siempre que lo comuniquen antes por escrito al propietario.
Obras de una casa alquilada en el contrato
Por norma general, los daños que se originen por un mal uso o falta de mantenimiento de la casa corren a cargo del arrendatario. Por su parte, el arrendador debe asumir los desperfectos que vayan apareciendo como consecuencia de la utilización habitual y el paso del tiempo.
Por otro lado, es imprescindible especificar en el documento que no se puede realizar ninguna reforma sin el consentimiento previo y expreso del dueño de la vivienda. Asimismo, conviene remarcar que el inquilino tiene que devolver el inmueble en las mismas condiciones en las que se le entregó cuando finalice el periodo de arrendamiento.