La regla de equidad está regulada por el artículo 12 de la Ley 50/1989 de Contrato Seguro, la cual tiene en cuenta la falta de comunicación cuando se produce un incremento del riesgo. Los términos que recoge la ley son que si la diferencia entre los criterios tomados como referencia a la hora de hacer el seguro y los que le hubieran correspondido es debida a un acto de mala fe por parte del asegurado entonces el tomador no tendrá que realizar ninguna indemnización. Por otro lado, como se ha indicado, en caso de ser un fallo fortuito o sin intención “se reducirá proporcionalmente a la diferencia entre la prima convenida y la que se hubiera aplicado de haberse conocido la verdadera entidad del riesgo.”
Hacer a la baja el cálculo de un seguro a veces se debe porque el asegurado quiere ahorrarse un poco de dinero o porque en ocasiones se contrata una póliza inicial que después se queda pequeña cuando se producen ampliaciones en el hogar. A veces se proporcionan datos imprecisos o que no son completos y que por lo general hacen que el seguro tenga una pequeña distorsión. El problema se produce cuando acontece un imprevisto y se comprueba que la póliza que se debía de haber contratado debía de ser más grande. Es en ese caso es cuando se aplica la regla de equidad.
La regla de equidad es una fórmula matemática muy fácil de obtener y que recalcula la indemnización que se pagará:
La indemnización: (Importe por los daños X Prima pagada) / Prima teórica de riesgo real
Donde el importe de daños es la indemnización que se hubiera pagado de haberse contratado la cobertura correcta. La prima pagada hace mención a las cuotas contratadas y pagadas, mientras que la prima teórica de riesgo real es la cuota que se debería de haber pagado según las características del bien asegurado.
Debido a que la definición puede parecer un poco teórica y la formula es más comprensible si se aplica, te presentamos un ejemplo concreto para que puedas entender qué es exactamente la regla de equidad y su cálculo:
– Imaginemos que Juan contrata un seguro de hogar por 100 euros al mes y certifica que la casa dispone de alarma. Con el paso del tiempo a nuestro protagonista se le olvida la manutención del sistema de seguridad, lo que implicaría un ascenso en la cuota mensual que pasaría a ser 125 euros. Un tiempo después se produce un robo en la vivienda por valor de 5.000 euros. En el caso más normal, Juan hubiera recibido los 5.000 euros robados como indemnización, pero debido a que se produjo un cambio en el bien asegurado que no fue notificado a la aseguradora, entra en acción una regla de equidad. Veamos cómo podemos poner en práctica la regla de equidad.
Indemnización: (5.000 X 100)/125= 4000 euros
En el caso propuesto, Juan hubiera recibido 5.000 euros por parte de la aseguradora, pero debido a las discrepancias entre la póliza que pagaba y la que debía de pagar cuando no renovó la alarma se aplicó la regla de equidad y la indemnización final fue de 4.000. Parece claro que debía de haber avisado al seguro de los cambios y de este modo pagar 25 euros más a cambio de no perder luego 1.000 euros.
Para evitar que se aplique la regla de equidad en tu seguro de hogar, lo mejor es avisar a la aseguradora de cualquier cambio que se produzca en tu casa. Y para asegurar tu casa lo mejor es el Seguro de Hogar MAPFRE, pues se ajusta a las necesidades de cada vivienda.