Para poder analizar si los seguros para piscinas son un imperativo legal, vamos a estudiar primeramente qué sucede en el caso de las piscinas privadas adscritas a una vivienda única. En tal caso no existe la obligación de contratar un seguro. Sin embargo, el gran número de peligros que pueden devenir del uso de una piscina (ahogamientos o caídas), así como inconvenientes económicos que pueden surgir (roturas del equipo de limpieza, degradación por motivos meteorológicos) hace muy conveniente contratar una póliza. No es necesario firmar un seguro exclusivo para la piscina, pues muchas veces puede ser una ampliación de un seguro del que ya se disponga. MAPFRE permite la opción de ampliar el seguro de hogar y que, además de considerar la vivienda, el jardín o cochera, se pueda incluir un seguro para la piscina.
El caso de las piscinas comunitarias es distinto al de las privadas. Debido a que se trata de una propiedad de diversas personas, son varios los sujetos que tienen responsabilidades de cuidar su estado y responder sobre los accidentes que sucedan. Es por todo ello conveniente investigar qué dice la legislación al respecto. El problema es que este tipo de normas se rigen a nivel autonómico y no hay una ley global que impere. Los únicos requisitos comunes que rigen a nivel nacional son que la comunidad debe cumplir con unas mínimas exigencias de salubridad y velar por una adecuada conservación de la piscina.
La contratación de un socorrista es en lo general una de las obligaciones legales más extendidas en todas las zonas, variando el número de profesionales y sus labores según sea el tamaño y profundidad de la piscina. La contratación de seguros para piscinas no es obligatoria en la mayoría de las Comunidades Autónomas, pero sí que es muy recomendable, pues en caso de que suceda un infortunio, será la comunidad de vecinos la que tenga que cargar con la responsabilidad civil. Pese a no estar regulado legislativamente, para mejorar la convivencia es muy conveniente que todos los propietarios lleguen a pactos acerca de condiciones de uso, el aforo o el horario de apertura. Una vez conseguido una normativa común, se ha de colocar el acuerdo en un lugar visible y ser aprobado en la junta de vecinos, siendo recomendable que pasara a incluirse dentro de los estatutos de la comunidad.
Pese a que la ley de propiedad horizontal no se especifique como una necesidad la contratación de un seguro, es muy aconsejable firmar una póliza para la piscina comunitaria. Las principales razones para adquirir seguros para piscinas de comunidades de vecinos son:
– Hacer frente a la responsabilidad civil. En caso de que una persona resulte dañada o lesionada en el área de la piscina, puede solicitar una compensación económica que, en el caso de que se demuestre que el accidente esta unido a una negligencia del lugar, puede acarrear fuertes sanciones monetarias para la comunidad.
– Cobertura de daños ante fenómenos meteorológicos inusuales.
– Seguro ante actos de vandálicos.
– Reparación de filtraciones o problemas que cause la estructura de la piscina.
– Asegurar al personal profesional que trabaje en la piscina, como puede ser el socorrista.
Como se puede comprobar, la lista es muy extensa y compensa asignar una cuota mensual al seguro en lugar de tener que hacer frente a grandes gastos cada vez que suceda una incidencia. Con un Seguro de Comunidad de Propietarios MAPFRE podrás asegurar tanto las zonas comunitarias como incluir unos completos seguros para piscinas y, de este modo, cuando disfrutes de un baño en ellas únicamente te centres en disfrutar el momento.