Cuando llega el verano, no hay nada mejor que poder darse un chapuzón en una piscina. Sin embargo, hay que recordar que estos espacios suelen ser un poco peligrosos. Especialmente si no se toman en cuenta medidas de precaución. De los casos de ahogamiento que se registran anualmente en España, casi un 10% ocurre en piscinas, así que es conveniente tomar precauciones para evitar accidentes en la piscina y disfrutar al máximo de nuestro tiempo de ocio en el agua.
Siendo entonces las piscinas uno de los lugares donde nuestras vidas podrían estar en riesgo, ¿se hace necesario contratar un seguro? Los seguros para piscinas no suelen ser comunes. Aunque sí pueden estar incluidos en los seguros que se contratan para el hogar. Es decir, que si tu chalet tiene un Seguro de Hogar MAPFRE, lo más recomendable es que la piscina esté incluida en la póliza.
Sin embargo, ¿son obligatorios los seguros para piscinas? La respuesta es no. Al igual que sucede con las viviendas, las piscinas no tienen la obligación de contar con un seguro. No obstante, debes tener en cuenta que, si aseguras tu chalet y después de eso decides construir una piscina en el jardín, tendrás que comunicarlo a la empresa aseguradora. Esto se debe a que este tipo de construcción no solo altera el valor de la propiedad, sino que además podría generar nuevos riesgos que no habían sido contemplados en la póliza anterior. Claro que en este caso no tiene nada que ver con un reglamento legal sino con cuestiones de la aseguradora.
Y esto no solo aplica para piscinas privadas sino incluso para piscinas de comunidades de vecinos. Aunque en este caso los riesgos se multiplican, debido a que son muchas más personas las que hacen uso de las instalaciones, no existe nada que obligue a las comunidades a contratar un seguro para piscinas.
En este tipo de piscinas sí existe una normativa obligatoria que debe cumplirse por motivos de seguridad. Sin embargo, la Ley de Propiedad Horizontal tampoco obliga a las comunidades a suscribir un seguro, ni siquiera de Responsabilidad Civil. Aunque cabe estacar que sí existen normativas autonómicas y locales que pueden obligar a la suscripción de una póliza para cubrir los riesgos de la comunidad de vecinos. Y de haber una piscina, esta debe incluirse.
Sin seguro, ¿cómo se garantiza la seguridad?
Los seguros para piscinas están diseñados para que puedan paliar los efectos de cualquier desgracia ocurrida en este espacio. Sin embargo, ¿qué puede hacerse cuando no se está protegido ante este tipo de siniestro? Lo esencial es tomar medidas de precaución siempre. Al cumplir con la normativa que se establece es posible tener una mayor seguridad en la piscina. El problema está en que cuando se trata de piscinas privadas son los propietarios quienes deben regular el uso de las instalaciones con el fin de evitar posibles accidentes. En este caso son ellos los responsables de tomar las medidas que considere oportunas para la seguridad y el mantenimiento de la piscina.
Pero, aunque cuando se trata de piscinas privadas no aplican de forma legal las mismas regulaciones que para una piscina pública, la normativa debería implementarse de igual forma. Y es que, si no se cuentan con seguros para piscinas, lo menos que puede hacerse es cumplir las reglas para minimizar lo más posible cualquier riesgo de accidente.
En el caso de las piscinas privadas se recomienda la supervisión del estado y la limpieza del agua. Es esencial asegurarse de que el pH sea el adecuado, así como los niveles de cloro, entre otras cosas. También es importante tener un mantenimiento adecuado de las instalaciones, en especial de aquellas que tienen que ver con elementos de seguridad como cubiertas, vallas y alarmas.
Por otro lado, es vital disponer siempre de un equipo de emergencias básico para estar preparado ante cualquier eventualidad. Asimismo, es fundamental contar con los números de contacto de los diferentes servicios de emergencia de la zona.
Medidas de seguridad a tener en cuenta
En la mayoría de los países del mundo, la asfixia por inmersión es la cuarta causa de muerte. Y cuando se trata de niños entre 5 y 14 años se convierte en la primera. Los seguros para piscinas son una buena alternativa en caso de que un accidente en esta área tenga repercusiones graves. Sin embargo, no debemos olvidar que cuando se trata de piscinas, los accidentes siempre son prevenibles.
Por ello hay que tomar en cuenta todas las medidas de seguridad necesarias, en especial si se trata de niños. Uno de los elementos que no debería faltar en una piscina, por ejemplo, son las vallas. El vallado de seguridad tiene como objetivo separar la piscina del resto del espacio. De esta manera se evitaría que por descuido alguien cayera al agua.
Por otro lado, sabemos que los niños son quienes más peligro corren en esta área. Por ello es esencial que estén permanentemente vigilados, ya sea cuando estén dentro del agua o por los alrededores. Es importante asegurarse de no dejar abierta la reja de acceso a la piscina para evitar que los más pequeños ingresen a ella en un descuido. Asimismo, como medida extra, es aconsejable enseñar a los niños a nadar precozmente. O por lo menos que aprendan a flotar. Sin embargo, debes tener en cuenta que el hecho de que sepan esto no te exime de supervisarlos.
Otra medida de seguridad es equipar a los niños con los complementos adecuados, como son chalecos salvavidas, manguitos, flotadores o cualquier otro elemento que los ayude a evitar un ahogamiento accidental. Adicionalmente, es vital asegurarse de que siempre lleven puestas sus chanclas, en especial cuando caminan por el borde de la piscina o por las áreas que suelen estar mojadas. Las caídas y los resbalones suelen ser accidentes muy comunes en la piscina. Así que, como ves, la precaución es la clave para disfrutar con seguridad de tu tiempo de ocio en la piscina.