Siempre que pensamos en un seguro de hogar nos viene a la mente la idea de proteger nuestra casa por completo, incluidas nuestras pertenencias. Gracias a la gran variedad de pólizas que existen actualmente, podemos elegir aquella que incluya las coberturas que mejor se ajusten a nuestras necesidades y tipo de vivienda.
En cualquier caso, cubramos en mayor o menor medida nuestro hogar, cuando contratemos un seguro es imprescindible calcular el valor tanto de la casa en sí como de todo el contenido que tengamos dentro de la misma. En el caso del continente, la suma asegurada corresponde al valor de reconstrucción en función de los metros cuadrados, la provincia en la que esté situada la vivienda y la calidad de la edificación. En cuanto al contenido, es preciso estimar el valor de todo el mobiliario según el coste que tenga su reposición o sustitución por otro nuevo de iguales o similares características.
Esta tarea podemos realizarla nosotros mismos, aunque si no tenemos tiempo o conocimientos sobre cómo se hace, generalmente las aseguradoras suelen ofrecer a sus clientes unos capitales según diferentes estadísticas, las cuales consideran el tipo de vivienda, ubicación, espacio, habitantes, etc. Además, para subsanar las posibles diferencias entre el riesgo y los valores asegurados, estos capitales se actualizan de forma periódica durante la vigencia de la póliza.
Cuando el valor asegurado no es correcto: infraseguro o sobreseguro
Puede darse el caso de que el valor asegurado no se ajuste a la realidad y como consecuencia, los capitales que cubren el riesgo tampoco estén bien definidos. En situaciones así, pueden ocurrir dos cosas:
– Infraseguro: ocurre cuando el valor del continente o contenido que se asegura es inferior al real. Si ocurriera un siniestro, la compañía aseguradora únicamente se hará responsable hasta el importe máximo que se hubiera contratado y que no llegaría a cubrir el total de los gastos para subsanar las pérdidas y los daños.
– Sobreseguro: se refiere al supuesto contrario, es decir, cuando el valor declarado de la vivienda es superior al real, pero la indemnización sólo se ajusta a los daños causados. Si esto sucede, según la Ley de Contrato de Seguro, el cliente tiene el derecho de reclamar la diferencia de la prima que haya pagado en exceso cuando se produzca un siniestro.
¿Hay que informar a la compañía si varía el valor asegurado?
Además de tener en cuenta qué puede ocurrir si el valor asegurado no es correcto en una póliza de hogar, también hay que saber que es necesario informar a la compañía aseguradora de los nuevos bienes que vayamos incorporando o sustituyendo en nuestra vivienda, sobre todo si tienen un valor elevado. De esta forma, se produce la actualización de la póliza a la nueva situación y todos los elementos quedan totalmente cubiertos en caso de sufrir un accidente.
Del mismo modo, antes de contratar el seguro de hogar, el cliente debe facilitar toda aquella información relativa a las condiciones del riesgo que quiere asegurar. Estos datos tienen que ser veraces y están relacionados, por ejemplo, con la dirección de la vivienda, año de construcción de la vivienda, sistemas de extinción de incendios, planta en la que se ubica el piso, etc.