A nivel general, todas las personas necesitan alimentos naturales para funcionar de manera óptima, dejando a un lado la mayor cantidad posible de comida procesada. Sin embargo, la relación entre alimentación y rendimiento deportivo es mucho más importante en el caso de quienes se dedican en cuerpo y alma a la competición física. Además del entrenamiento para incrementar la resistencia, también es fundamental poner el foco en una nutrición completa.
Es obvio que los deportistas de alto rendimiento necesitan mayores niveles de nutrientes que una persona normal debido al intenso ejercicio físico. Para cubrir la demanda que su cuerpo necesita, lo más habitual es seguir un programa personalizado que ayude a incrementar de forma progresiva su rendimiento. En el seguro de salud de MAPFRE contarás con la asistencia de numerosos especialistas que podrán ayudarte a definir tu programa ideal.
En el caso de que exista un déficit alimenticio, la resistencia puede reducirse y provocar efectos negativos en la salud, como por ejemplo pérdida de masa muscular, cansancio crónico, calambres o falta de energía.
Base de la alimentación deportiva
Una nutrición óptima es una de las claves del rendimiento deportivo. La energía que necesitan los atletas profesionales para cubrir sus necesidades básicas, así como las que requieren en caso de un esfuerzo físico, se obtienen de los siguientes nutrientes:
Carbohidratos
También conocidos como hidratos de carbono o glúcidos, se encargan de ofrecer energía inmediata al organismo, por lo que se trata de uno de los alimentos básicos de cualquier deportista. En función del nivel de ejercicio, el suministro de estos alimentos debe estar en consonancia, como el arroz, el pan, la patata o la pasta. Aunque cada persona necesita un seguimiento personalizado, se recomienda consumir carbohidratos a diario para recargar la energía del cuerpo.
Glucógeno
El glucógeno se suele definir como la gasolina del organismo. Es la forma a través de la cual se almacena la glucosa en el cuerpo y se puede dividir entre glucógeno muscular y hepático. En el primer caso, es sumamente importante a la hora de suministrar los nutrientes precisos para que los músculos puedan realizar la actividad deportiva y en el segundo, su función consiste en regular los niveles de glucosa en sangre.
Hidratación
La hidratación también forma parte de la alimentación deportiva, por lo que cualquier atleta de alto rendimiento debe tener el agua como el líquido de referencia para consumir constantemente. Asimismo, son recomendables algunas bebidas energéticas que contribuyen a mejorar la capacidad física, sobre todo en aquellos momentos de mayor preparación.
Grasas
La grasa es otro tipo de combustible para el organismo, aunque normalmente cuente con mala fama. Es aconsejable que cada deportista de alto rendimiento tenga establecido un aporte calórico en su dieta en función de sus características físicas y la actividad que desarrolle.
No obstante, el porcentaje de grasa no debe superar el 30% o si se trata de un deporte de alta resistencia, el 35%. Además, es recomendable que la mayor parte de este nutriente sea de origen vegetal.
En definitiva, es necesario combinar ciertos alimentos básicos que aporten las calorías y la energía correspondientes para desarrollar un alto rendimiento deportivo. Entre estos productos imprescindibles se encuentran las frutas y las verduras, aunque no se puede olvidar la proteína que aportan determinadas carnes y pescados para cualquier atleta. A la hora de hacer un menú variado es recomendable elegir los alimentos que contengan los nutrientes y propiedades más adecuados para que el cuerpo se mantenga activo en todo momento.