Sin embargo, más allá de las cuestiones más insólitas e inimaginables por las que se puede llegar a solicitar un resarcimiento, existen otro tipo de demandas que están relacionadas con casos sumamente importantes. Entre ellas, cabe destacar una de las mayores indemnizaciones médicas por negligencia que la justicia ha confirmado en España, la cual ascendía a 1,30 millones de euros.
Las indemnizaciones más raras de la historia
- En Estados Unidos, una mujer demandó a una conocida cadena de comida rápida por haberse quemado con uno de sus cafés tras haberlo derramado sobre su pierna. La compañía abonó a su clienta la cantidad de 480.000 dólares para compensar los daños sufridos como consecuencia de las quemaduras de tercer grado que provocó la bebida caliente.
- En Tejas, una señora fue indemnizada con 780.000 dólares por haberse roto un tobillo en una caída que fue originada por su hijo mientras corría en una tienda de cocinas.
- El gobierno de Estados Unidos recibió una denuncia algo absurda por parte de un usuario que había sufrido una quemadura en el dedo por el queso fundido que incorporaban unos nachos que compró en una base aérea.
- En Pennsylvania, un ladrón se quedó atrapado en el garaje de una casa que había saqueado, donde tuvo que permanecer durante varios días alimentándose de refrescos y comida para perro. Este amigo de lo ajeno denunció a la familia de la vivienda por los daños morales que había sufrido durante el periodo de encierro y recibió una indemnización de medio millón de dólares.
- En California, una persona demandó a un fabricante de suplementos vitamínicos debido a que consideraba que el producto contenía más azúcar de lo esperado. Sin duda, una indemnización rara si se tiene en cuenta que en la etiqueta aparecía la información nutricional con la cantidad total de este ingrediente.
- En el estado americano de Delawere, una chica tuvo que ser indemnizada por el dueño de un pub con 12.000 dólares. El motivo fue que se rompió los dientes mientras intentaba huir por la ventana del baño para no pagar la cuenta que debía.
- En Philadelphia, un restaurante indemnizó a un cliente con 113.500 dólares por haberse caído y sufrir daños en el coxis. La causa fue resbalarse con un refresco que él mismo había vertido en el suelo.
- Una demanda escandalosa es la que pedía una ciudadana de Nueva York que había sufrido un despido y se encontraba desempleada. Según ella, la responsabilidad de su situación recaía sobre la universidad en la que había estudiado, por lo que no dudó en exigir que el centro le devolviera 70.000 dólares que era la cifra que había invertido en sus estudios, más otra cantidad por los daños psicológicos que le estaba ocasionando encontrarse sin trabajo.
- También en territorio americano, una mujer recibió una indemnización de 50.000 dólares por parte de un centro comercial. Al salir del mismo, se tropezó con una ardilla y el establecimiento tuvo que asumir los daños causados por no haber puesto las señalizaciones adecuadas advirtiendo del peligro de estos animales.