A lo largo de los años pueden ocurrir múltiples hechos que ponen en jaque la economía doméstica. El fallecimiento, así como la situación de invalidez o dependencia, son los casos más comunes por los que una persona se decide a suscribir el mejor seguro de vida.
Gracias a un seguro de vida, los riesgos incluidos en el contrato quedan cubiertos hasta el capital máximo asegurado para cada siniestro. Según el hecho que se produzca, el beneficiario puede ser el propio asegurado u otras personas si se produce su muerte.
Comparativa de seguros de vida
Antes de elegir el mejor seguro de vida es necesario definir qué se quiere proteger para realizar una correcta comparativa de seguros de vida. Dado que existen diferentes modalidades (personales, de amortización de hipoteca, de préstamos, etc.), se deben priorizar las necesidades y contratar un producto acorde a las mismas.
Además, es importante tener en cuenta las circunstancias presentes y los posibles escenarios futuros para añadir coberturas según cada caso: si se trata de una persona únicamente, si hay hijos pequeños, si se está trabajando o jubilado, si se tienen deudas pendientes, si se desempeña una profesión considerada de riesgo…
Coberturas extra en los seguros de vida
Pese a que las principales coberturas son fallecimiento del asegurado por cualquier causa, invalidez absoluta y permanente, o dependencia severa y gran dependencia, en los mejores seguros de vida se contemplan otras. Las garantías complementarias que se puede encontrar son:
- Enfermedad grave de los hijos del asegurado.
- Cáncer invasivo de mama en cuyo caso se garantiza el pago de un capital fijo.
- Cáncer invasivo de próstata donde también aplica la indemnización anterior.
Periodos de carencia en los seguros de vida
Al igual que en la mayoría de pólizas, en los mejores seguros de vida también se suele establecer un periodo de carencia. Este concepto hace referencia al tiempo que transcurre desde la contratación hasta una fecha concreta durante el cual no son efectivas algunas de las coberturas.
Dicho periodo debe especificarse de forma clara en el contrato, así como la fecha de inicio y fin de cada garantía. Por lo tanto, el asegurado debe informarse con detalle de las carencias que establece cada seguro y sus características para valorar si dichas condiciones se ajustan a sus necesidades o no.
El capital asegurado en los seguros de vida
El capital asegurado es la prestación fijada en la póliza que abona la aseguradora en caso de que se produzca una contingencia contemplada en alguna de las garantías cubiertas. Antes de contratar un seguro de vida, es fundamental leer la letra pequeña para asegurarse de que dicha cantidad no sufrirá ninguna reducción cuando el asegurado alcance una determinada edad. También se puede elegir la forma de cobro de esta compensación económica, ya sea en un solo pago o de forma periódica.
No hay que olvidar que este tipo de seguros se suelen suscribir por un año prorrogable y su renovación se produce de forma automática al vencimiento de cada anualidad, salvo notificación expresa del asegurado o de la compañía. En algunas pólizas se permite fraccionar el pago de la prima e incluso es posible suscribir seguros temporales para cubrir situaciones de riesgo puntuales.
Exclusiones en los seguros de vida
Hasta los mejores seguros de vida contemplan una serie de exclusiones. Por ello, se debe comprobar el alcance real de las coberturas que se están contratando con el objetivo de no encontrarse desprotegido cuando se produzca algún hecho.
En la mayoría de los casos no se suelen contemplar determinadas profesiones de riesgo, así como algunas causas de fallecimiento e incapacidad. También se excluyen otros supuestos, como los producidos por conflictos armados, los derivados de la energía nuclear, los producidos por algunos fenómenos de la naturaleza, los que sean consecuencia de una catástrofe o calamidad, etc.