En los seguros de vida y accidentes, así como en los de salud, es frecuente que la compañía aseguradora ofrezca al cliente un formulario con diferentes preguntas para que las complete antes de contratar el producto. Es lo que se conoce como cuestionario de salud, que conviene saber qué es exactamente si se decide suscribir cualquier seguro personal.
Este formulario constituye un paso previo muy importante, ya que las compañías lo utilizan como instrumento para determinar cuestiones esenciales de la póliza como el riesgo, las coberturas o las exclusiones.
¿Qué contiene un cuestionario de salud?
Para obtener la máxima información, normalmente estos formularios suelen ser bastante extensos para conocer el estado de salud real del futuro del asegurado. Se excluyen aquellas preguntas que no estén relacionadas con la salud del usuario y que hagan referencia a algunos aspectos privados (orientación sexual, religión o ideología política).
Junto con el cuestionario, puede ocurrir que se solicite adjuntar los informes médicos que justifiquen alguna afección padecida o someterse a alguna prueba específica.
¿Es obligatorio rellenarlo?
Según la ley, el tomador del seguro está obligado a declarar a la compañía todas las enfermedades o dolencias que padezca o haya sufrido en años anteriores. Solo de este modo, la aseguradora puede contar con una información completa para valorar adecuadamente el riesgo que se va a cubrir. En caso de ocultar o mentir en los datos facilitados, la consecuencia más directa puede ser la negativa por parte de la aseguradora a abonar la indemnización que corresponda, dejar sin cobertura algunos servicios e incluso anular la póliza contratada.
Sin embargo, más allá de contestar con veracidad al cuestionario de salud que le remita la compañía, el asegurado no está obligado a notificar otras cuestiones que no estén recogidas en las preguntas.
Además, es interesante mencionar que la compañía puede optar entre ofrecer al cliente el cuestionario de salud o no. En caso de no hacerlo, una vez contratada la póliza de salud, todas las coberturas deben aplicar sin ninguna limitación, salvo lo establecido en las condiciones generales y particulares. En este supuesto, la aseguradora no puede atribuir la responsabilidad al asegurado por no declarar sobre su estado de salud con el fin de excluir alguna cobertura.