La firma de un préstamo personal suele implicar el pago de mayores intereses y algunas condiciones como la contratación de un Seguro de Vida como el de MAPFRE. Esta no es una condición obligatoria, como es el caso de los préstamos hipotecarios, pero algunas entidades no conceden financiación si el cliente no contrata alguno de estos productos.
El marco legal y la situación actual
Según la Ley del Mercado Hipotecario, “los bienes hipotecados han de estar asegurados contra daños por el valor de tasación”, como es el caso, por ejemplo, de los incendios. En cualquier escenario, resulta recomendable conocer correctamente la terminología del sector asegurador.
No obstante, pese a que no existe obligación legal, la no contratación del seguro de vida puede implicar que el banco directamente no conceda la financiación personal solicitada. O, en el caso de que sí lo haga, los intereses de los préstamos serán muy superiores a los que tendría el crédito con la contratación de este producto. Es por ello que resulta recomendable que el cliente “negocie” las condiciones con la entidad financiera a la que le está solicitando el préstamo personal.
Algunos bancos y firmas financieras, no obstante, no obligan a sus clientes a contratar un seguro de vida, y además ofrecen condiciones de financiación relativamente asumibles. Por tanto, resulta recomendable “rastrear” bien el mercado.
Ventajas si cuentas con un seguro de vida
- La prima única financiada (PUF): La cuota del seguro se suma a las del préstamo, lo que incide en una mayor comodidad. No obstante, esta financiación del producto implica un encarecimiento del mismo, ya que será más económico si lo abonamos en un solo pago.
- Si amortizamos capital anticipadamente, el seguro de prima única no es una opción, ya que la que no consumamos la recibirá el banco. No la recuperaremos.
- Si la renovación del seguro de vida es anual y no lo hacemos, el interés del préstamo aumentará. Habitualmente, ir renovando este seguro es lo que marca las bonificaciones que aplica la entidad a la financiación personal. Si esta no se produce, las ventajas desaparecen.
Borja Carrascosa Nogales,
Consultor y MBA por IE Business School