Entre el patrimonio de los planes de pensiones gestionados por compañías aseguradoras, 34.579 millones, y el que atesora en productos de seguros de vida que llega a los 165.307 millones de euros, el seguro de vida gestiona del ahorro de sus clientes casi 200.000 millones de euros. La cifra supone un aumento global de un 3,3 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior.
El grueso de este total de 200.000 millones de euros se encuentra en los productos vida-ahorro que suman un total de 159.940 millones de euros y han registrado una tasa de incremento anual del 3,4 por ciento.
Dentro del paquete de productos vida-ahorro, los que acumulan un mayor volumen de reservas son los seguros de renta -80.273 millones- y los de capital diferido -43.671- , pero a su vez, también registran las tasas de crecimiento más bajas: con un 2,41 por ciento y 3,92 por ciento respectivamente. En el extremo opuesto, con la mayor tasa de crecimiento –casi un 50 por ciento- de este conjunto, se encuentran los planes individuales de ahorro sistemático (PIAS) aunque su capital ahorro es en contraposición el más bajo: 5.774 millones.
Por su parte, mientras que los planes de pensiones de entidades aseguradoras se han elevado un 1,9 por ciento, las pólizas de riesgo dentro de los productos de seguros de Vida se han incrementado un 0,3 por ciento. Estas últimas muy vinculadas a la concesión de hipotecas han crecido por primera vez, después de varios trimestres, lo que los expertos relacionan con una mejora de la situación económica.
Con una tasa de crecimiento del 64 por ciento, se encuentran los seguros de dependencia, sin embargo, su gestión de ahorro se queda en 11 millones del total, lo que supone, según los analistas, una cifra muy baja si se tienen en cuenta la evolución demográfica del país con una población envejecida y con una alta esperanza de vida.
A la vista de estos datos, los expertos señalan que los clientes de las aseguradoras han hecho una apuesta clara por los productos más seguros y con el menor riesgo posible. Lo que se demuestra además, porque los productos vinculados a riesgo han disminuido su previsión de fondos en un 5 por ciento.