Los números hablan de caza
En nuestro país, la caza se realiza en el 80 por ciento de la geografía, está relacionada con 54.000 empleos en 2016 y consigue mover una cantidad nada irrisoria con su actividad económica: 3.600 millones de euros en 2017.
Aunque el número de licencias de caza es descendiente en nuestro país, en comparación con hace unas décadas, actualmente aún siguen en pie 850.000. Además, España se mantiene como destino turístico para la caza (además de su oferta cultural, gastronómica y de sol y playa) que supone un importante estímulo para el medio rural. 43 millones de hectáreas son explotadas para uso cinegético, repartidas en 33.000 cotos de caza.
Solo en nuestro país, se estima que existen 2.400.000 perros de caza. Su cruce, crianza, mantenimiento con alimentación, seguros y cuidado de la salud, entre otros, nos lleva a la cifra ligada a estos fieles (y fieros) asistentes de caza: 408 millones de euros.
Un veterinario debe estar presente en cada cacería por ley. Su misión es valiosísima: analizar el estado de los animales abatidos, es decir, cazados, para confirmar que son aptos para el consumo humano. Esta actividad económica regulada supone casi 5 millones de euros cada año.
Respecto a otros datos con cifras curiosas:
Existen 110 periodistas y especialistas en comunicación que se dedican a cubrir noticias de actividad cinegética en sus respectivos medios de comunicación.
Entre licencias de armas y seguros de responsabilidad civil, la caza supone un montante de 50.396.759 euros.
España es el primer exportador mundial de carne resultante de la caza mayor, como el ciervo. Aunque lo más consumido en nuestras mesas sea la popular perdiz.
El seguro de responsabilidad civil de los cotos cuesta de media 1.250 euros. Y su mantenimiento, con guardas especializados que por ley impidan que nadie se adentre en el terreno sin permiso, mueven una facturación de 336 millones de euros, dando trabajo a 17.905 personas.
En España no hay límite de edad para la caza, a pesar de que para renovar la licencia hay que pasar un examen psicotécnico que mide, entre otras cosas, la visión, el oído, los reflejos o el pulso.
La caza deja cada año en España 2.585 heridos y 44 muertos. El 80 por ciento de las armas que podemos encontrar en nuestro país, son las fabricadas para el entorno de caza. Hay un arma por cada 16 habitantes, una de las cifras más bajas de Europa.
Si asistes a una cacería como ojeador, acompañante o perrero, no hace falta que dispongas de seguro alguno.
Pero hablemos de las características del seguro.
¿Qué cubre un seguro para cazador?
– Responsabilidad civil por daños corporales a terceras personas o accidentes en la práctica cinegética, siempre y cuando sean provocados de forma involuntaria. Puede que una bala se salga por accidente del coto y dé a alguien de un terreno colindante. Por eso, también los disparos por error quedarían cubiertos, siempre que se cometan en el área reservada de un coto de caza y quede demostrado que se han realizado involuntariamente.
– Daños personales del cazador.
– Responsabilidad civil por uso de perros potencialmente peligrosos.
– Defensa jurídica del cazador en casos relacionados con la caza.
– Pérdida del arma de caza.
– Pueden incluirse en cada seguro un máximo de dos perros de caza.
Para contratar un buen seguro de caza déjate guiar por verdaderos expertos y no escatimes en coberturas para una actividad lúdica y cultural.