Realizar uno o varios cursos en una universidad extranjera es una posibilidad que abre infinitas puertas a nivel profesional posteriormente. En la mayoría de las ocasiones, los alumnos pueden costearse este tipo de formación gracias a las becas, pero aun contando con esta ayuda económica es fundamental saber qué opciones existen para que la estancia en otro país sea lo más placentera posible.
En la actualidad, la variedad de alojamientos es muy amplia, aunque suelen destacar dos fundamentalmente: los pisos compartidos y las residencias universitarias. Ambas opciones se caracterizan por vivir con otros estudiantes, aunque con significantes diferencias en el modo
Ventajas de las residencias universitarias
Podría decirse que una residencia de estudiantes es lo más parecido a vivir en un hotel. Este tipo de alojamiento ofrece servicio de limpieza, comida y lavandería, por lo que los universitarios únicamente tienen que preocuparse de estudiar. Aunque las tarifas mensuales suelen ser elevadas, siempre es una opción viable cuando se vive fuera y no se cuenta con demasiadas habilidades para desenvolverse de forma propia. Es importante que la elección se tome considerando otras ventajas como las siguientes:
- Pasar una temporada en una residencia universitaria es una excelente manera de potenciar la convivencia con otros compañeros provenientes de cualquier parte del mundo.
- Muchos de estos centros cuentan con un amplio programa de actividades de ocio, junto con zonas comunes, donde es posible hacer nuevos amigos. De esta forma se cuenta con un espacio seguro para disfrutar de los momentos de relax.
- Aunque en la mayoría de las residencias, los universitarios comparten habitación, en algunas existe la posibilidad de tener un cuarto para una persona. En cualquier caso, estas estancias cuentan con todo el equipamiento necesario para descansar y estudiar sin interrupciones.
- Es bastante habitual que estos alojamientos estén ubicados cerca de las universidades para poder ir caminando o en lugares céntricos de las ciudades que tienen buena combinación de transporte público.
¿Por qué elegir un piso compartido?
En este caso, se puede entrar a vivir en un piso para ocupar una habitación que se haya quedado vacía o bien alquilar uno desde cero que se ajuste a las preferencias y buscar estudiantes para completar y compartir gastos. Quienes eligen esta opción, lo hacen por diferentes motivos:
- En comparación con una residencia universitaria, los pisos compartidos son mucho más baratos. Además de compartir el pago de la renta entre todos los inquilinos, los gastos de los suministros también se dividen.
- De esta forma se puede elegir cualquier lugar de la ciudad para vivir en función de los gustos o de la cercanía a determinados servicios. En este sentido no existen más limitaciones que la disponibilidad de alquileres y el precio que se esté dispuesto a pagar.
- Compartir piso con otros estudiantes es un verdadero reto para ser más responsable y adquirir ciertos compromisos que faciliten la convivencia entre todos. Sin duda, este modo de vida aporta un crecimiento personal inigualable.
- En un piso de estudiantes existe una total libertad para entrar y salir a cualquier hora, a diferencia de lo que ocurre en las residencias universitarias que se regulan por un horario establecido. Del mismo modo, tampoco existe ninguna regla, más allá de las que establezcan los propios compañeros en cuanto a tareas de limpieza y respetar el descanso de los demás.