Las marchas de gran kilometraje son perfectas para ganar fondo, pero en este tipo de trayectos conviene prestar atención a diversos aspectos, como dosificar la energía, hidratarse bien, consumir alimentos que nos mantengan en forma y saber qué llevar para una ruta larga en bicicleta, con lo imprescindible para no sobrecargarnos, pero sin que falte nada.
¿Cuánto peso se puede llevar en la bici?
Si tienes planeado hacer una ruta de varios días, el peso recomendado para tu equipaje puede llegar a ser de seis o siete kilos, que se distribuirá en las alforjas (para el equipaje y la comida), el bidón (con el agua) y la riñonera (para la documentación, las tarjetas, etc.). Así dejarás tu espalda libre de peso. Pero si lo prefieres, puedes optar por llevar una mochila con capacidad para tres litros de agua.
Recuerda que el volumen de los bultos debe ser reducido y que siempre puedes comprar alguna cosa durante tu trayecto, no hace falta que seas excesivamente previsor. A veces es mejor no desperdiciar el peso de carga con cosas que puedes encontrar por el camino.
¿Qué llevar para una ruta larga en bicicleta?
Al margen del casco, el chaleco reflectante y las gafas de sol, tu equipaje de ropa debe contener dos culottes cortos y uno largo, un pantalón corto y otro largo, camisetas térmicas de manga larga y corta y camisetas de algodón, un bañador, un forro polar, un impermeable, ropa interior, calcetines, y unas chanclas.
Para el aseo, las toallas de secado rápido son muy útiles por su reducido tamaño. Además, deberás incluir todo lo necesario para tu limpieza básica diaria: cepillo y pasta de dientes, peine, gel, champú, etc. Para protegerte del sol: una crema de factor 30 o más, protector labial y una crema hidratante. Además, un rollo de papel higiénico y unas toallitas pueden servirte para muchas más cosas de las que crees.
Para pernoctar, aunque lo hagas en hoteles o albergues, llevar un saco de dormir nos puede sacar de más de un apuro. Si vas a dormir en tienda de campaña, no olvides el aislante y la manta térmica.
Un botiquín de primeros auxilios es indispensable, con agua oxigenada, tiritas, vendas, tijeras y medicamentos como paracetamol o antiinflamatorios.
En cuanto a las herramientas, lo mejor son las más sencillas pero que nos permitan solucionar cualquier incidente en la bici, como llaves Allen, destornillador pequeño, calas, parches, troncha cadenas, cable de frenos, cinta americana, alambre, aceite… en definitiva, todo aquello que se nos ocurra que puede ser de utilidad para que no nos quedemos tirados. Ten en cuenta que algunos seguros para bicicletas disponen de coberturas específicas que reparan o sustituyen el cuadro de la bicicleta cuando se vea afectado.
Por último, si quieres que tu viaje quede retratado para siempre, añade una cámara de fotos, aunque si tu móvil hace buenas instantáneas, puedes prescindir de ella. Además, tendrás que llevar el cargador del teléfono y otros utensilios de gran utilidad como un frontal, una navaja multiusos, mapas y bolsas de plástico para cubrir tu equipaje en caso de lluvia. Y antes de salir, no olvides proteger tu bicicleta para que el camino no se vuelva en contra.