La Alhambra es, por méritos propios, la tercera maravilla de España y la decimosegunda de Europa. Sus muros, torres, palacios y jardines han sido testigos mudos de uno de los momentos más importantes de la historia y que marcó el devenir de nuestro país. Visitar La Alhambra es una tarea casi obligatoria para entender y profundizar en la idiosincrasia de nuestra cultura y de nuestro arte.
Ya desde su construcción (entre los siglos XIII y XIV) estuvo envuelta en un halo de poesía y misterio. Los cronistas musulmanes atribuían su nombre (en árabe: castillo rojo) a que su construcción se hizo “bajo la luz de las antorchas”. Otros creen que el origen del nombre radica en la magia de su singular arquitectura, capaz de cambiar de color según la luz que ofrezca la hora del día: en la noche sus muros se tornan plateados, mientras durante el día, bajo los rayos del sol adquieren el tono dorado y rojizo característico.
Su legado histórico y sus peculiaridades arquitectónicas derivadas del reino Nazarí que la gobernó, hacen que visitar la Alhambra sea una experiencia inolvidable. A pesar del calor, la temporada estival es un buen momento para hacerlo. A lo largo del recorrido, se puede huir de las altas temperaturas refugiándose en sus palacios, en sus jardines o en el frescor de sus bosques.
Los enigmas, inscripciones y misterios que envuelven a La Alhambra son otro de los atractivos para visitar este fantástico lugar. Todo, absolutamente todo, está decorado hasta el más mínimo detalle. Sus arquitectos buscaban llenar cada espacio y cada rincón, por pequeño que fuera, como puede verse en sus mosaicos o en sus arcos falsos.
Cualquier adorno u ornamento era escaso para ellos. Uno de los elementos que más sorprende a los visitantes en este sentido es la bóveda de mocárabe, repleta de alvéolos superpuestos. Cuesta creer que detrás de ese cielo matemático esté la mano del hombre.
Antes de realizar un viaje a La Alhambra, conviene saber que el número de entradas es limitado, por lo que se recomienda adquirir la entrada anticipadamente.