La imagen de esta ciudad ha estado siempre protagonizada por múltiples prejuicios provenientes de diferentes partes del mundo. Sin embargo, viajar a Jerusalén brinda la oportunidad de contemplar un lugar hermoso y complejo a la vez, donde conviven diferentes grupos religiosos que aportan a esta urbe un toque singular.
La época navideña es uno de los mejores momentos del año para quienes se animen a visitar la capital de Israel y busquen celebrar estas fiestas de un modo auténticamente cristiano. Dado que en este lugar sucedieron gran parte de los acontecimientos más importantes para esta comunidad religiosa, cada año se convierte en un centro de peregrinaje donde no sólo es posible vivir una Navidad tradicional, sino que la cultura y la belleza de su entorno también están presentes para disfrutar.
En un viaje a Jerusalén es posible desplazarse a la ciudad de Belén que se encuentra muy próxima y que es popular a nivel mundial por ser el lugar donde nació Jesús. Por lo tanto, los cristianos tienen una excusa más para organizar su próximo viaje a esta zona, donde también se encuentra una importante basílica en homenaje al espacio donde se encontraba el famoso pesebre.
Paradas obligatorias en un viaje a Jerusalén
- El Muro de las Lamentaciones o Muro de los Lamentos: al hablar de un viaje a Jerusalén, inmediatamente se asocia a esta pared que constituye los restos del que fue el Segundo Templo de la ciudad. Para contemplarlo de cerca es obligatorio pasar algún control de seguridad y una vez en el interior, los hombres se ubican en la parte izquierda y las mujeres en la derecha. Lo que se puede observar en este lugar se corresponde con lo que casi todo el mundo se imagina: cientos de judíos rezando de cara al muro, ataviados con su vestimenta de color negro típica.
- Monte de los Olivos: conocido por ser el lugar de oración de Jesús después de la última cena, en la actualidad es uno de los mejores enclaves desde donde se puede ver toda la ciudad. En este punto es posible tener una panorámica de toda la urbe, por lo que en un viaje a Jerusalén no puede faltar en la planificación deleitarse de un atardecer en este lugar.
- El Santo Sepulcro: independientemente de las creencias religiosas, este lugar tan importante para los cristianos merece una parada obligada. Dentro de una iglesia en el monte Gólgota, se encuentra la cueva donde se dice que estuvo enterrado Jesucristo.
- La Explanada de las Mezquitas: como comentábamos, Jerusalén es una ciudad donde tienen cabida distintos grupos religiosos, entre los que se encuentra la comunidad musulmana. Esta explanada es el espacio abierto más grande de la capital donde se combinan las zonas verdes con distintas mezquitas. Pero este espacio también está cargado de simbolismo cristiano, ya que se dice que es donde estuvieron ubicados los templos de Herodes y el rey Salomón o donde Jesucristo fue tentado por el demonio.
- La Ciudad Vieja: casi todos los lugares sagrados de Jerusalén se localizan en esta parte, aunque es recomendable darse un paseo por las calles de sus 4 barrios (judío, cristiano, musulmán y armenio) para descubrir todos los rincones. Pese a que todos tienen un encanto especial, el área musulmana es la más grande y se asemeja bastante a las zonas más típicas de Marrakech o Estambul.
- Mercado de Mahane Yehuda: los mercados de las ciudades siempre suelen ser una excelente oportunidad para adentrarse en la cultura del lugar. Por ello, en un viaje a Jerusalén es altamente aconsejable visitar el de Mahane Yehuda que está repleto de colores y todo tipo de productos.