El envase ha sufrido muchos cambios desde sus inicios. Tanto por los materiales empleados como por los usos que se les ha ido otorgando, los envases se han convertido en una herramienta clave para ofrecerles a nuestros clientes un producto final de pleno agrado, calidad, origen confiable, y de manejo práctico. Si tu negocio está enfocado a la industria alimenticia, la necesidad de contar con un envase a la altura de tus productos se acrecienta todavía más. Y es que existe toda una legislación que establece normas de seguridad para los materiales de envases de alimentos. Considera que elegir los mejores envases para tu negocio dependerá en gran medida del producto que vayas a envasar en su interior.
Existe un principio en el desarrollo de los envases y embalajes: no hay envases buenos o malos sino que uno será más apropiado que otro. No obstante, conviene que conozcas algunas consideraciones a tener en cuenta para elegir los mejores envases para tu negocio:
- Los envases destinados a proteger productos alimenticios deben de ser estructuras moldeadas diseñadas en función del peso, la fragilidad, la forma y las dimensiones del producto a proteger. Los alimentos líquidos envasados con plástico deben ser de material PET, por ejemplo.
- Decídete por envases simples mejor que complejos, es decir, que no lleven demasiadas capas de envoltorio. Así, por ejemplo, los envases de pulpa moldeada resultan muy simples, ya que requiere materias primas muy sencillas (papel, agua y el molde) y resultan ideales para el cuidado en el transporte, distribución y almacenamiento.
- Salvo que lo exijan tus productos, elije envases grandes.
- Para elegir los mejores envases para tu negocio, asegúrate de que el envase por el que te decides lleva la denominada “etiqueta de reciclaje”. De esta manera, te estarás asegurando de que el envase que ostenta tus productos ya ha pagado a un Sistema Integrado de Gestión de Envases el coste de su recogida selectiva y posterior reciclaje.
Para asegurar que tus productos van a llegar siempre en buen estado y para evitar las pérdidas que supone para tu negocio un empaquetado en mal estado, te conviene ser previsor y contar con un seguro que te cubra ante daños producidos por rotura de envases de comercialización, así como, por la consecuente pérdida de su contenido a consecuencia de accidentes durante su almacenamiento.