En los que no se detecte ningún síntoma que alerte que el animal pueda estar enfermo, es recomendable visitar al veterinario al menos una vez al año. Sin embargo, hay que tener en cuenta que cada perro tiene unas necesidades especiales, como por ejemplo los cachorros o los canes de edad más avanzada que, sin duda, demandan un control de su salud mucho más regular.
A grandes rasgos, la frecuencia con la que hay que llevar al perro al veterinario varía en función de su edad y su estado de salud. Realizar un chequeo de rutina o acudir a este especialista en caso de una urgencia es de vital importancia para asegurar su bienestar, ya que de esta forma se pueden prevenir o detectar de forma prematura muchas enfermedades.
Llevar al perro al veterinario según su edad
En condiciones normales, cuando el perro goza de buena salud, se puede seguir una periodicidad determinada para llevarlo al veterinario en función de la edad que tenga:
- Cachorros hasta que cumplen un año: durante los primeros meses de vida, los perros necesitan unos cuidados especiales y por ello, es conveniente acudir al especialista con mayor frecuencia. Por norma general, se recomienda hacerlo una vez al mes aproximadamente para realizar todas las pruebas necesarias que determinen su correcto estado de salud, así como para ponerle las vacunas pertinentes y realizar la desparasitación.
- Perros adultos hasta 10 años: establecer una frecuencia de revisiones veterinarias en el caso de las mascotas que se encuentran en este rango de edad es algo subjetivo, ya que influye en gran medida la raza a la que pertenezcan. Como hemos comentado antes, una vez al año es la periodicidad general que se debe cumplir para pasar los controles rutinarios que valoran su estado de salud en conjunto. Así, las pruebas que se suelen realizar a estos animales son revisión de la boca, ojos, oídos, piel, uñas, pelaje, pulmones, corazón, tensión arterial, sangre, heces, orina, etc.
- Perros mayores de más de 10 años: cuando el animal de compañía empieza a envejecer, las visitas al veterinario deben ser más frecuentes, en concreto se aconseja pedir cita dos veces al año. En esta etapa, su organismo está sometido a un mayor desgaste y existen más posibilidades de que desarrolle alguna enfermedad.
¿En qué otros casos hay que llevar al perro al veterinario?
En determinadas situaciones es preciso acudir al veterinario de urgencia cuando se aprecian algunos signos de alerta como por ejemplo:
- Cambios en su conducta habitual
- Pérdida o aumento de peso
- Abdomen dilatado
- Vómitos o diarrea
- Dificultad para respirar
- Problemas para orinar o expulsar las heces
Cuando se trata de perras embarazadas, es importante llevar al animal al veterinario tanto antes como durante y después de la gestación. En el primer caso, el objetivo es recibir los consejos necesarios para que la mascota tenga un embarazo sin complicaciones. Es importante que el especialista revise a la perra durante los primeros días, antes de que transcurra el primer mes, y posteriormente durante la última etapa, los chequeos médicos deben ser más frecuentes para confirmar que tanto la madre como los cachorros se encuentran bien.
Aunque se trata de una rutina más eventual, después de pasar unas vacaciones fuera de casa con la mascota es recomendable realizar un chequeo de su salud para descartar sobre todo que está libre de parásitos.