Entre los cuidados básicos de cualquier caballo, uno de los más importantes es el descanso. Para ello, es fundamental disponer de un lugar apropiado donde pueda refugiarse durante todo el año, ya sea un establo o una zona habilitada en una casa de campo. Dentro de este espacio es necesario disponer una cama que no sea demasiado dura para evitar que el animal desarrolle alguna lesión. En este sentido, la paja es la mejor base que se puede poner gracias a que resulta muy cómoda, no tiene un precio demasiado elevado y previene posibles infecciones respiratorias.
Asimismo, es recomendable cambiar el material del lecho al menos una vez a la semana y procurar que la zona se mantenga limpia y ventilada. Para ello, es imprescindible retirar el estiércol varias veces al día con el objetivo de evitar que el caballo se contagie con alguna enfermedad.
Cuidados complementarios para un caballo de carreras
- Generalmente, la dieta de un caballo se basa en heno o grano, en ciertas ocasiones. La cantidad para una raza de tamaño medio suele oscilar entre 9 y 10 kilos al día que se reparte entre 2 y 3 comidas. Sin embargo, las medidas y la periodicidad se pueden ajustar según la actividad física del animal y las carreras que realice. En cualquier caso, es conveniente respetar siempre el mismo horario de comidas, así como evitar el ejercicio físico tanto antes como después de alimentarse.
- Respecto a la bebida, uno de los puntos más importantes para saber cómo se cuida un caballo de carreras es ajustar la media, que varía entre 25 y 55 litros de agua al día, a su ritmo de actividad. Estos animales necesitan hidratarse en grandes cantidades a diario y el agua que se encuentra en su comida no siempre es suficiente.
- La sal es otro componente que se debe suministrar a los caballos para mantener un perfecto equilibrio en sus niveles de electrolitos. Después de realizar cualquier actividad física, es necesario que recupere sales minerales de esta manera.
- Al igual que las personas, a la hora de entrenar a un caballo también es fundamental realizar un calentamiento previo. Además, se puede optar por vendar sus patas para prevenir posibles lesiones.
En cuanto al entrenamiento, éste debe ser consistente aunque sin llegar a provocar un agotamiento - máximo en el animal. Existen multitud de métodos gracias a los cuales se puede preparar un caballo de carreras para que desarrolle cada vez más velocidad y realice un esfuerzo adaptado a su situación.
- Otro aspecto esencial es combinar el ejercicio físico con la educación, ya que de nada servirá correr a una gran velocidad si el animal no está adiestrado correctamente.
Para saber cómo se cuida un caballo de carreras no hay que olvidar obtener los máximos conocimientos sobre el animal en cuanto a su carácter, lesiones, enfermedades, fisonomía, etc. Este conocimiento en profundidad servirá para sacar el máximo provecho posible de su conjunto, aunque también es conveniente contar con un seguro para animales adaptado para ofrecerle una máxima protección.