Aunque nuestra mascota siga una dieta equilibrada con todos los nutrientes necesarios para un desarrollo adecuado, en ciertas ocasiones es posible que el veterinario prescriba algunas vitaminas porque presente ciertas carencias o medicación en el caso de que esté enferma.
El hecho de que nuestro perro esté perfectamente adiestrado no significa que no pueda presentar cierta aversión a tomar los comprimidos que necesita. Para que esta tarea no se convierta en un auténtico suplicio, se pueden seguir algunas recomendaciones para mezclar las vitaminas o medicamentos con la comida de la mascota. Así, nos evitaremos que el animal escupa la pastilla o haga otras artimañas que le libren de tomarla.
Formas de mezclar las vitaminas o medicamentos con la comida de la mascota
- Podemos elegir una comida que le guste especialmente y esconder entre ella la pastilla. En el caso de que sea muy grande, podemos partirla en dos trozos.
- Si machacamos el medicamento por completo o vertemos el contenido de una cápsula en los alimentos de nuestro perro, nos aseguramos que se toma la dosis que necesita.
- En el caso de que se trate de un jarabe, las vitaminas o medicamentos en este formato se pueden suministrar de dos maneras: bien mezclándolo con su comida o utilizar una jeringuilla para introducirla en la boca de la mascota.
En el caso de que el animal se percate de que se ha tomado la medicación, debido a que haya notado un sabor o un cuerpo extraño en su comida, es de suma importancia ofrecerle una recompensa para que este episodio no se convierta en algo traumático. Además, la próxima vez que tengamos que dar más medicamentos, nuestra mascota lo asociará a algo positivo y poco a poco conseguiremos que se muestre menos reticente a la toma de vitaminas o medicamentos.
¿Cómo darle vitaminas o medicinas de otra forma a la mascota?
Lo más habitual es recurrir a los complejos vitamínicos o medicamentos cuando el animal presenta algún desequilibrio en su organismo. Sin embargo, conviene no abusar de este tipo de productos y abogar más por los remedios naturales.
En este sentido podemos aumentar la periodicidad en la que nuestra mascota come determinados alimentos ricos en algunos grupos de vitaminas. Poniendo algunos ejemplos, el hígado de pollo es rico en minerales y vitaminas A, B y C; las frutas no sólo tienen múltiples beneficios para los humanos, sino que también para los perros; las hortalizas son una buena fuente de vitamina K y las sardinas son uno de los alimentos más ricos en vitamina B, hierro y proteínas, entre otros nutrientes.
En el cuidado de tu animal de compañía tampoco puedes olvidar sacarlo al aire libre para que se mueva y juegue. El componente mental tiene la misma importancia en las mascotas que en nosotros cuando se trata de prevenir posibles enfermedades.
Es recomendable recurrir a las vitaminas o medicación artificiales únicamente cuando sea preciso y siempre después de la prescripción por parte de un veterinario; pero nunca por decisión propia para auto medicar al perro. Recuerda que un complemento imprescindible para cuidar a tu mascota es contar con un seguro que incluya una cobertura de asistencia veterinaria por enfermedad o accidente.