Las mordeduras de perro causan decenas de millones de lesiones al año, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los niños son las principales víctimas de este tipo de mordeduras, sobre todo durante la primera infancia y la niñez. A esas edades, el riesgo de sufrir una lesión en la cabeza o en el cuello es mayor que en los adultos. Además, la gravedad de las lesiones también es mayor y la tasa de mortalidad por esa causa es más alta. Es, pues, importante saber qué hacer si te muerde un perro, cómo reaccionar o a dónde acudir para minimizar los daños todo lo posible.
¿Por qué muerden los perros?
En el mundo de los perros, morder es un acto natural e incluso necesario para su supervivencia. Recurren a este gesto cuando necesitan mantener su liderazgo, proteger su territorio o a sus cachorros, como respuesta al miedo, etc. Por tanto, para que el perro muerda no tiene que ser necesariamente agresivo. Cualquier can, ya sea pequeño o grande, macho o hembra, puede llegar a morder si se siente provocado. El problema viene cuando no sabemos interpretar las señales que nos manda o cuando nos exponemos a situaciones de peligro por no comprender su comportamiento.
Por eso, para prevenir mordeduras, los expertos recomiendan no asustar nunca al animal. No molestarle mientras come, cuida a sus cachorros, duerme, o está encerrado. Si un perro está asustado (esconde la cola entre las patas) o furioso (enseña los dientes) lo mejor es alejarse de él. Y sobre todo, antes de tocar a un perro, hay que preguntar al dueño si se puede hacer.
¿Qué hacer si te muerde un perro?
Saber qué hacer si te muerde un perro es importante, ya que te permitirá actuar con rapidez. El procedimiento depende de dónde esté la mordedura, de tu estado general de salud y de si el perro está vacunado contra la rabia. Pero en líneas generales, esto es lo que hay que hacer si te muerde un perro:
- Limpia la herida. Ponla bajo un chorro de agua y, si es posible, frota la herida con una esponja jabonosa.
- Busca asistencia médica lo más pronto posible para evitar un proceso infeccioso.
- Durante el viaje al hospital, no cubras la herida, ya que la falta de oxígeno hace que las bacterias penetren en la herida con mayor rapidez.
- Una vez en el hospital te vacunarán contra la rabia, ya que la boca de un animal tiene millones de bacterias que pueden haber entrado en contacto con tu sangre. Además, si no estás vacunado, te administrarán también la antitetánica.
- Después, los profesionales realizarán una limpieza profunda de la herida y extraerán los tejidos afectados para evitar infecciones.
No hay que olvidar que el propietario de la mascota es responsable de su comportamiento.
Por este motivo, los dueños de perros de razas potencialmente peligrosas tienen la obligación de contratar un seguro de responsabilidad civil, pero dado que este comportamiento no es exclusivo de perros agresivos, cualquier persona debería contar con el respaldo de un seguro para animales. Este tipo de productos, además de cubrir la responsabilidad civil, ofrecen interesantes ventajas que velan por la salud, el bienestar y el cuidado de las mascotas.